“Tenía que dormir con él”: denuncia abuso sexual por parte de un monje

J.R. Martínez habría sufrido abuso sexual en el verano de 1971 en el monasterio de Montserrat

Montserrat fue el escenario de abusos para hasta 3 víctimas.
Montserrat fue el escenario de abusos para hasta 3 víctimas.
Álvaro Hernández
07:00 • 31 ene. 2019

J.R. Martínez (Almería, 1955) se ha convertido en la tercera víctima que denuncia haber sufrido abusos sexuales en el catalán monasterio de Montserrat por parte de Andreu Soler, un monje benedictino fallecido en el año 2008, tal y como ha hecho público El Periódico.



En una entrevista a la que ha podido tener acceso LA VOZ hecha por el periodista del diario catalán Guillem Sànchez, Martínez sitúa los hechos en el verano de 1971.



Aquel era el segundo verano que Martínez acudía a Montserrat a trabajar. “Los dos primeros años fregué platos. Los siguientes, limpié las mesas. Entre la segunda quincena de junio y la primera de septiembre, Montserrat recibía muchísimos turistas y por eso había empleo para chicos como yo”, contaba Martínez a Sànchez.



Fue en aquella segunda estancia en Montserrat cuando el hermano benedictino habría abusado sexualmente del almeriense



“Los trabajadores de Montserrat teníamos un monje que era un poco el coordinador de las relaciones más o menos religiosas o de amistad, el hermano Andreu”, rememora Martínez. Según el almeriense, en ocasiones se hacían ejercicios de meditación en una ermita en la que, a modo de convivencia, se reunían los trabajadores para “crear camaradería”. Fue uno de esos retiros el que sirvió de escenario para el abuso sexual que denuncia 48 años después.



“Había muy pocas camas y algunos dormían de dos en dos”, recuerda Martínez. “Y a mi esa noche me tocó; el hermano Andreu me dijo que tenía que dormir con él en una camita que había”, asegura.



“Se pasó la noche entera metiéndome mano, también en mis genitales”, narra Martínez, quien deja claro que el abuso sexual se produjo solo en una ocasión:  “Un dia, porque a partir de ahí no volví a visitar este lugar ni a tener relación con este monje benedictino”, cuenta.



Sin violencia

Martínez, además, plantea que “no fue un caso de violencia ni nada de eso. Fue de una manera sigilosa”. No obstante, el almeriense aclara que el hecho de “que alguien empiece a meterte mano te crea un sentimiento de indefensión”.


A Martínez no parece sorprenderle que, en el momento de escribir estas líneas, ya sean tres las víctimas que han denunciado los abusos. De hecho, explica que  “la gente decía que ‘tenía las manos muy largas’. Era vox populi que él era así”.

 

Si han pasado casi 50 años desde aquellos hechos y solo ahora han salido a la luz es porque, según Martínez, “en aquella época un monje tenía mucho poder y entonces ni nadie reclamaba, ni sus propios compañeros de Montserrat le daban importancia”.


A día de hoy, Martínez explica que no quiere crear “ningún espectáculo mediático” ni “pedir dinero”: se mueve, según sus propias palabras, por su “compromiso con la convivencia y el respeto a las personas”. Todo ello, “sin caer en hacerle daño a nadie ni a ninguna institución”.


Tercera víctima

Martínez habría desvelado aquel abuso sexual después de que Miguel Hurtado denunciase de forma pública que el monasterio de Montserrat ocultase los abusos sexuales que cometió el monje Andreu Soler a finales de los 90 a víctimas como el propio Hurtado.


Hurtado tenía 15 años cuando sufrió los abusos, mientras que Soler contaba con 65. Por su parte, según las fechas que recuerda Martínez, el almeriense tenía 16 años cuando el monje benedictino le obligó a dormir con él. Fue entre 1997 y 1998.


“No me ha quedado ninguna secuela de aquello, pero por más años que hayan pasado lo tengo presente”, cuenta a día de hoy el almeriense.


La segunda víctima es Ricard Zamora, que explica que durmió con Soler en 1978, y cuya denuncia fue desvelada por el también catalán diario Ara.


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