España se ha convertido en 2018 en el país más saludable del mundo, en atención a múltiples parámetros analizados por la agencia Bloomberg, como el estilo de vida, la atención médica, la dieta y la esperanza de vida. Nuestro país ha relevado a Italia respecto a informes anteriores, y se sitúa por encima de otros seis países europeos, que copan los diez primeros puestos de esta ‘clasificación’.
La dieta mediterránea puede ser un elemento fundamental para explicar este ascenso, así como la elevada esperanza de vida en España, que se sitúa en 83,10 años (80,39 para los hombres y 85,73 en las mujeres). Aunque pocos pueden dudar de la calidad de vida en Andalucía en general, sí puede chocar el hecho de que las provincias de Almería y Cádiz sean las que cuentan con una menor esperanza de vida de todo el arco Mediterráneo peninsular, según los últimos datos -del año 2017-, publicados por el Instituto Nacional de Estadística.
Ni Cádiz ni Almería, como tampoco otras provincias andaluzas, alcanzan la esperanza media de vida española, situándose en 81,28 y 81,80 años respectivamente. Por sexos, la esperanza de vida en Almería es de 79,41 años para los hombres y de 84,28 para las mujeres. Es decir, que los almerienses tienen una esperanza de vida de más de un año inferior a la de la media nacional y se encuentra, junto a la mayor parte de provincias andaluzas, a la cola del país.
Los principales datos que explican el liderazgo mundial de España, que alcanza 92,7 puntos sobre 100 en el informe de la agencia Bloomberg, son la sanidad y la alimentación. Pero, ¿está entonces la dieta detrás de los menores esperanza de vida de los almerienses?
Francisco Moreno Baró, especialista en endocrinología y nutrición, y responsable de la Unidad de Nutrición Clínica del Hospital Universitario Torrecárdenas, responde de forma terminante a esta cuestión: “la respuesta es no”. Es más, a su juicio, la dieta y la alimentación en Almería, típicamente mediterránea, de uso abundante de las hortalizas y los productos del mar, “es un factor que, en todo caso, hace subir nuestra esperanza de vida”. Otra cosa son, añade, los problemas de alimentación, presentes en la mayoría de las sociedades occidentales, como la obesidad, y en concreto la infantil, relacionada directamente con el abuso de la conocida como comida basura, que sí se ha convertido en un factor muy perjudicial que se intenta combatir desde hace tiempo.
En general, el doctor Moreno afirma que “la calidad de vida en Almería es buena”, y a su entender, los datos de esperanza de vida no tan positivos como los de otras zonas de España, “aunque pueden tener muchísimas causas e influyen diversos factores, sí puede explicarse quizás en la calidad de la asistencia sanitaria y, sobre todo, en el nivel económico, de desarrollo social y de nivel de vida”.
Asistencia sanitaria
En términos similares se pronuncia su colega Nicasio Marín, especialista en Medicina Interna en Torrecárdenas: “No hay pruebas de que enAlmería se tenga peor genética o más accidentes. Las correlaciones multivariables (muerte y esperanza de vida) son complejas, pero "algo" que bebemos, comemos, respiramos día a día o necesitamos diariamente – como la asistencia médico-sanitaria y los salarios- están en la base de esta diferencia”, explica.
Marín se refiere, entre las cuestiones que pueden afectar a la esperanza de vida de los almerienses- y que Bloombert tiene en cuenta en su estudio- a varios factores, como la calidad del aire, y llega a la conclusión de que la aerobiología almeriense es mejorable, teniendo en cuenta la presencia de dos grandes térmicas cercanas, graneles portuarios, pantanos climáticos, y de partículas de pequeño tamaño. En segundo lugar, se refiere al agua potable, que aunque no reúne las mejores condiciones, en todo caso no parece un factor clave. También señala la alimentación, punto en el que coincide con Francisco Moreno, y que considera como “un factor protector”. A continuación apunta el nivel económico y los salarios como uno de los determinantes de la calidad de vida y como uno de los factores que también influyen. Y, por último, la asistencia sanitaria “necesaria, no la opcional o electiva”, como puede ser la atención de los ictus, del infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca, o el cáncer, que son las principales causas de mortalidad. “Y es aquí donde en Almería realmente puntuamos bajo, debido al déficit histórico de inversiones y profesionales. En este aspecto sí hay una oportunidad clara para repuntar hasta los 83 años de media”, dice. Aunque las diferencias entre las comunidades y provincias españolas pueden considerarse pequeñas, llama la atención que los habitantes de la provincia de Soria sean los más longevos de toda España, con una media de esperanza de vida de 84,82 años, es decir, tres más que los almerienses.
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