El Supremo ordena readmitir al juez Arce, suspendido por “falta de aptitud”

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo (TS) ha estimado el recurso presentado por el magistrado Manuel Arce Lana y ordena su reincorporación a la carrera judicial. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sancionó al antiguo magistrado titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número Dos de Almería por una falta muy grave “consistente en la desatención o el retraso injustificado y reiterado en la iniciación, tramitación o resolución de los procesos o causas o en el ejercicio de cualquiera de las competencias judiciales”.

El CGPJ declaró el 10 de noviembre de 2016 “la falta de aptitud del demandante para el reingreso al servicio activo”. Es decir, el Poder Judicial vetaba su regreso tras el cumplimiento de la sanción. Sin embargo, Manuel Arce acudió al TS. Una resolución firmada el 26 de febrero determina “su derecho al reingreso en el servicio activo y los derechos económicos y administrativos que le corresponden”.

De forma sencilla, el TS considera que existe un “limbo jurídico” sobre los criterios para determinar la aptitud o ineptitud de los jueces. Es decir, Manuel Arce cumplió con el periodo de suspensión de funciones dictado por el Poder Judicial y no puede permanece indefinidamente apartado de los juzgados. “No compartimos la argumentación del Ministerio Fiscal y del Abogado del Estado, por la que consideran que el magistrado, que ha cumplido la sanción de suspensión, si se rechaza la declaración de aptitud por el Consejo General del Poder Judicial, continua en la misma situación de suspensión de funciones sine die”, explica la sentencia del Tribunal Supremo.

No obstante, la sala considera que Arce tendrá que concurrir a un nuevo concurso para encontrar acomodo en un juzgado y, por tanto, no se volverá directamente al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número Dos de Almería. La trayectoria del magistrado ha estado salpicada por encontronazos con el Consejo General del Poder Judicial.

En 2005 fue sancionado por faltas graves durante su labor en la Audiencia Nacional. Se le acusaba de “ diversos incidentes” en el “trato con los profesionales que acuden al juzgado”, una circunstancia que habría favorecido “una gran movilidad por parte del personal”. Sin embargo, recurrió y consiguió la anulación de las multas. A la provincia de Almería llegó desde Barakaldo. En 2014 fue suspendido por una falta muy grave y en noviembre de 2016 se le negó la reincorporación.