Dijimos que en aquel histórico partido, Maguregui alineó a: César; Paniagua, Piñero, Óscar López, Maxi; Garay, Jeromo, Martínez; Rojas, Rolón y Rozas (Abarca 59’). Pitó el inolvidable Ramos Marcos, quien quiso participar en el acenso y llevó al vestuario almeriense dos botellas de champán para brindar por la gesta.
Más de 20.000 personas entraron como pudieron en un campo con capacidad oficial para 14.500 espectadores. El guión se cumplió a la perfección. El 3-0 final refleja lo que fue el partido: una fiesta rojiblanca.
Pronto llegó el primer gol. A los 19’, Garay avanza, cede el balón a Jeromo quien, con su magistral zurda, cruza el balón al palo contrario. Aquello fue el delirio. A la media hora llegó el segundo. Óscar López manda un balón a la hoya y Rolón cabecea a la red. Con 2-0 acabó la primera parte y la fiesta en todo su apogeo.
La reanudación fue un espectáculo en las gradas y en el campo. El 3-0 final lo hizo Rojas a pase de Martínez (60’). Pudo haber más goles pero ahí acabó la cosa. Al final, Maguregui fue paseado a hombros por el campo, con los jugadores y espectadores saltando de alegría. Y luego, a la fuente de la Puerta Purchena.
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