Un cóndor sobrevuela los cielos de Almería

A cientos de metros por encima de los tejados de La Chanca y Pescadería, el barrio capitalino muta en un enorme tablero de cuadrículas rojas, verdes, blancas y amarillas. Las líneas negras dividen los bloques de viviendas a ambos lados de las calles y los vehículos fluyen lentamente, en el cauce del asfalto.

Y allí arriba vuela el cóndor. Son los ojos del servicio aéreo de la Policía Nacional, movilizadas para una macrooperación contra el cultivo de marihuana, el tráfico de drogas y el robo de suministro eléctrico en Almería a principios de marzo.

Con un leve gesto de muñeca, el operador de cámara sentado en la parte trasera del helicóptero Eurocopter EC135  enfoca la entrada de las unidades de la Policía Judicial a las casas bajas. Se distinguen con un detalle asombroso los gestos, los escudos, los cascos y los golpes de estilete que rompen la puerta blindada.

La participación de los servicios aéreos de la Policía Nacional en operaciones en Almería no es casual. El helicóptero, conocido en el sector como Cóndor, sobrevuela Almería, Cabo de Gata y el Mar de Alborán de forma frecuente dentro de un plan de seguridad ciudadana.

Además, instala su base en Almería en campañas más extensas y en operativos de gran complejidad. Sucedió en los incidentes de El Ejido en el año 2000 o en la cobertura de los Juegos del Mediterráneo en 2005.

“Ahora salimos desde Málaga porque tenemos que estar en algún sitio, pero en realidad damos servicio a toda la demarcación de la Jefatura Superior de la Policía Nacional en Andalucía Oriental y podemos establecer nuestra base donde sea necesario”, señala el inspector jefe Luis Gómez.

La aeronave construida por Airbus cuenta con dos rotores y una capacidad para siete personas. Tarda unos 45 minutos en cubrir la distancia entre las ciudades de Málaga y Almería.

“Tiene una autonomía aproximada de tres horas y se trata de un helicóptero muy polivalente, que funciona muy bien en entornos urbanos por su maniobrabilidad y por su bajo nivel de ruido”, señala el inspector.

Operación del Frontex

A su lado, a la izquierda, se sienta el oficial Alberto Jurado, también piloto, y en la parte trasera el policía Abel Molina, encargado de manejar las cámaras instaladas (incluidas cámaras de infrarrojos y térmica). Todos ellos estuvieron antes en otras unidades de la Policía Nacional, en el suelo, y ahora participan de un equipo de gran especialización.

Son esencialmente un apoyo privilegiado desde las alturas. “Trabajamos sobre todo en el Frontex, pero  también realizamos operaciones contra el narcotráfico, desaparecidos o pruebas deportivas como La Desértica de la Legión”.

Los tres tripulantes del  Eurocopter EC135 son parte de un grupo más extenso. “Siempre hay personal preparado para cuando se nos necesita, 24 horas al día”, señala Luis Gómez. “Desde Málaga, en una hora podemos estar en cualquier sitio a disposición de la Jefatura Superior”.

Buena parte de estos esfuerzos van actualmente a la lucha contra los tráficos ilícitos en el Mar de Alborán. La Agencia Europea de Guarda de Fronteras y Costas (Frontex) lucha contra las mafias de tráfico de personas y el helicóptero de la Policía Nacional es un aliado muy importante.

En unos pocos minutos recorre todo el litoral de Cabo de Gata, con una capacidad única para examinar calas. Con las posibilidades de vuelo y la potencia de las cámaras equipadas, los agentes de la Policía Nacional encuentran, por ejemplo, un bote escondido tras unas rocas o los restos de un naufragio.

Además, pueden cruzar el  Mar de Alborán en sus servicios. “Vamos con frecuencia a Melilla, repostamos y luego regresamos”, explican. “Sobrevolamos la Isla de Alborán”.

No obstante, como cualquier otra aeronave, mantienen un contacto continuo con la torre de control del Aeropuerto de Almería y facilitan la información sobre el vuelo necesaria para garantizar la seguridad de la tripulación y del resto de aparatos dada la cercanía del aeródromo de Costacabana.

Misiones 

Y no solo de helicópteros vive el Servicio de Medios Aéreos (SMA). La Policía Nacional también cuenta en su flota con aviones Super King Air  y  Cesna 550 Citation II, utilizados fundamentalmente en traslados de autoridades y operaciones de seguridad.

“La misión principal del Servicio de Medios Aéreos es dar apoyo operativo al resto de las unidades y servicios del Cuerpo Nacional de Policía y participar en misiones humanitarias y de auxilio a los ciudadanos”, señala la Dirección General de la Policía (DGP).

“Los pilotos se forman en la Escuela del SMA, autorizada por la Dirección General de Aviación Civil, entre funcionarios de las distintas escalas y categorías del Cuerpo Nacional de Policía, que han sido previamente seleccionados”, añade. De este modo, la Policía apuesta por elegir a sus pilotos entre sus agentes y no entre profesionales del mundo civil.

El objetivo es que todos conozcan las tareas básicas policiales y que puedan contribuir, desde el suelo o desde el cielo, a las misiones de seguridad ciudadana, lucha contra el crimen o auxilio.

Además, de la base de referencia en Málaga a disposición de la Jefatura Superior de Andalucía Oriental (Almería, Granada y Jaén), en España se distribuyen otros centros de gestión desde Sevilla, Algeciras, Las Palmas, Madrid, Valencia, Vigo, Zaragoza y Palma.

Y, de forma excepcional, existe un helicóptero desplegado en el Destacamento Senegal. El pasado viernes la Policía Nacional informó del hallazgo por parte de su tripulación de 20 fardos de hachís varados en esa costa africana. El vuelo de un cóndor.