La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a un tripulante del buque Aseel a tres años y medio de cárcel y 48 millones de euros de multa por participar en el transporte de un macroalijo de droga en el Mar de Alborán en 2014.
El acusado tiene 43 años de edad y es natural de Homs, una de las ciudades más castigadas por la guerra en Siria. Hace cinco años se enroló en un mercante conocido como Kuzva, con bandera de Tanzania y cuyo nombre se cambió para el viajar para tratar de despistar a los agentes europeos en su tránsito por el Mediterráneo.
En abril de 2014, Vigilancia Aduanera puso sus ojos sobre el mercante en su derrota a unas 20 millas náuticas de la Isla de Alborán. Según la investigación, traficantes desde Marruecos enviaron a alta mar un alijo de 16.000 kilos de hachís hasta el barco de 67 metros de eslora. El acusado participó en la descarga de la mercancía y su ocultación en la bodega, donde se guardaba un cargamento de pienso para animales.
Aduanas abordó el mercante a primera hora de la mañana del 19 de abril de 2014. Sin embargo, la operación se complicó rápidamente. Los marineros abrieron dos tomas de agua en la sala de máquinas y, mientras los agentes de Vigilancia Aduanera trataban de arrestar a los traficantes, el barco comenzó a hundirse.
Hundimiento
Según la Audiencia Nacional, “alguien había quitado sus tapas, lo que ineludiblemente habría producido el hundimiento del buque, de no haber sido descubierta tal manipulación por los funcionarios actuantes, que inmediatamente procedieron a cerrar ambas vías de agua”.
Los funcionarios consiguieron taponar las vías y el capitán patroneó el mercante Aseel hasta el Puerto de Almería para realizar una inspección precisa de la carga. El buque quedó custodiado en la terminal internacional.
“En su parte de proa, existía menos espacio real que el marcado en los planos y que, en consecuencia, podía existir oculto algún lugar prefabricado para disimular en su interior algún tipo de cargamento ilegal”, dice la sentencia.
Los agentes hallaron unas soldaduras camufladas con pintura. Detrás de la chapa se ocultaban 639 fardos de resina de hachís con un valor en el mercado clandestino de 23,8 millones de euros.
La Audiencia Nacional juzgó en los tripulantes en varios procesos. “El acusado ha reconocido, de manera libre y voluntaria, los hechos por los que el Ministerio Fiscal”, señala la Audiencia.
La Autoridad Portuaria de Almería ha sacado recientemente a subasta pública el buque Aseel con un precio inicial para las pujas de 155.000 euros. También se vente el Lady Boss, cazado en un caso similar.
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