Dijimos que la plaza Andrés Pérez Molina se formó a mitad de la calle Artés de Arcos tras ser urbanizada la zona a finales de los años 70. Como todo el barrio de Oliveros, es un tanto sosa, sin columpios ni asientos que, sin duda, le darían más vida.
Sí tiene alta arboleda que proporciona una acogedora sombra en la perpetua primavera de nuestra ciudad. También hay un kiosco en su parte central. Lamentablemente se permite el aparcamiento de coches, con lo cual suele estar siempre concurrida de vehículos más que de personas.
De comercio no anda muy allá. Una entidad bancaria ocupa buena parte de sus locales comerciales y, en el resto, comercio tradicional: comestibles, una cafetería, una inmobiliaria y poco más.
Quien le da nombre, Andrés Pérez Molina, nació en Vélez Blanco en los albores del siglo XX (1908), en el seno de una familia de firmes convicciones religiosas; de ahí la satisfacción paterna cuando manifestó su deseo de ingresar en el Seminario Diocesano.
El 19 de Marzo de 1932 fue ordenado sacerdote, tras haber cursado estudios en la Universidad Gregoriana y obtenido el Doctorado. Su primer destino fue Roquetas de Mar
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/12/almeria/171383/plaza-de-andres-perez-molina