El sueño cumplido de Marga

Antonio Javier Sánchez Nieto, un legionario de 42 años de El Alquián, jubilado desde hace un lustro por un accidente de moto que le dejó una discapacidad del 50%, tiene previsto partir este lunes en bicicleta rumbo al cabo de  Finisterre para cumplir el sueño de su hermana Margarita.

Margarita Sánchez, Marga, murió el pasado 12 de marzo a los 43 años, después de una larga enfermedad, y su sueño fue siempre poder navegar algún día en su velero a través del Océano Atlántico. En vida no lo pudo conseguir, pero Antonio Javier está dispuesto a llevarla en bicicleta desde el Cabo de Gata al de Finisterre, en un viaje de más de 1.200 kilómetros, en el que estará acompañado por la mascota que regaló a su hermana un mes antes de que muriera, un cachorro de bodeguero andaluz, que viajará en un remolque ligado a la bicicleta.

Una vez allí, dispersará parte de las cenizas de Marga en el océano, “para que pueda descansar donde ella, como marinera que era, siempre quiso ir”.

Sin embargo, no pudo hacerlo, a pesar de que tenía un velero, amarrado en el puerto deportivo de Aguadulce, aunque con una licencia de navegación limitada que la llevó a tener que consolarse con sus paseos por el Mediterráneo. Cuando falleció trabajaba como asistenta social, aunque antes había tenido otras ocupaciones, y llegó a trabajar en las oficinas del extinto Grupo Independiente de Almería (Gial) que presidía Juan Megino.

Antonio confía en poder hacer el viaje sin complicaciones. Aunque él es un ‘motero’ de toda la vida -ha llegado a competir en el ‘Campeonato de España de Mototurismo Off Road’, también lo compagina con la bicicleta. De hecho, el año pasado llegó a participar en La Desértica, una carrera de especial dureza. Y todo ello a pesar de sus problemas de movilidad, su discapacidad, y a que, como dice, tiene “la espalda partida por tres partes”, como consecuencia de aquel accidente que le apartó de su carrera militar. Cuando se jubiló, era cabo en el cuartel de la Legión en Viator, después de 17 años en el cuerpo.

Sin planes De momento, Antonio solo ha planificado una cosa, que la mañana de este lunes partirá desde El Alquián con su mascota rumbo a Finisterre. Amigos y familiares ya han quedado para despedirle y en los últimos días no cesan de ofrecerle mensajes de aliento y cariño, en persona y a través de las redes sociales . “A partir de ahora, no sé exactamente lo que haré cada jornada, aunque quiero hacer una media de 60 kilómetros diarios”.

A partir de ahí, dormirá en un saco de dormir “donde pueda” y dedicará las jornadas que sean necesarias, aunque espera estar de vuelta “para el día de la Virgen del Carmen”, cuando se celebran las fiestas patronales de El Alquián. Antes, habrá dejado a su hermana Marga, cuyas cenizas lleva permanentemente en un colgante en su cuello,  descansando en el Atlántico, en el océano donde  ella siempre soñó  navegar.

Embarcado en empresas solidarias Tras su jubilación, Antonio Javier Sánchez empezó a colaborar, a partir del año 2015, con la Asociación de afectados de Esclerosis Múltiple de Almería (AEMA). Y lo hace de distintas formas, aunque principalmente mediante el diseño y la venta de camisetas, otra de sus habilidades.

Con los 3.000 euros que consiguió recaudar el primer año de su colaboración pudo donarles camillas para masajes y una grúa. Posteriormente también ha donado a esta misma asociación una máquina de electroestimulación.

Además de colaborar con AEMA, también ha dedicado el dinero de sus camisetas a otras donaciones en causas benéficas o por propia iniciativa, como la ayuda a personas que lo han necesitado. Fue el caso, por ejemplo, de su aportación  de 1.500 euros a la viuda de un cabo de la legión destintado en Vaitor que fue atropellado por un camión.