Querido Hermano Cantero

Querido hermano, como mutuamente, nos llamábamos.

Te esperaba el próximo 7 de octubre en nuestra cita de cada año en Macael. Pero acabo de enterarme que no va a ser posible. Te has marchado como llegaste a nuestras vidas: en silencio, con humildad y con esa inteligencia infinita que te envolvía, pero sobre todo con esa humanidad que siempre te acompañaba.

Tu personalidad no dejó nunca indiferente a nadie. Cómo he disfrutado de tus frases, de tus conocimientos, de tu sentido del humor, que tanto me cautivaba.

Querido Fausto, culto, didáctico, pragmático, ingenioso, pero ante todo un gran amigo del que aprendía cada día. 

De todos los reconocimientos que te han otorgado, que no mencionaré aquí, quiero quedarme con el último,, con tu precioso discurso al recibir la Medalla de Oro de la Provincia; un discurso lleno de bondad, de esa fina ironía que solo tú sabías darle a las palabras y desde la emoción de saber que estabas tocando las puertas del cielo. El Cielo que te has ganado por tu forma de ser, entregándote a tu familia, a tus amigos y a la sociedad con la que te ha tocado vivir y que tanto te hemos disfrutado.

Siempre llevaré conmigo un recuerdo de admiración, porque tú siempre me decías que lo que nos unía a los dos era compartir los Valores de los Canteros de MACAEL.

Decías,  “son Valientes, Tenaces, Unidos, Entregados, Comprometidos y sobre todo Leales a sus familias, a su pueblo y a sus empresas “.

Hoy es un día triste para los canteros de MACAEL, porque Fausto, tú y sin hacer alarde de ello, encarnabas todos esos valores.

Hoy es un día triste para mí,  para tu familia y para toda Almería, porque nos ha dejado una gran personalidad de nuestra tierra del último siglo. Pero, querido hermano, como buenos cristianos debemos de aceptar que ésto es un paso, y me quedo con la esperanza de que en otra vida volvamos a encontrarnos bajo el manto de nuestra querida Virgen del Rosario.

Descansa en paz, querido amigo “Cantero”.