Cómo ser actor con una discapacidad y no morir de asco porque no te llaman

Con dos años solamente le diagnosticaron parálisis. Pero no ha sido un obstáculo para él, y es ejemplo de que no hay nada imposible que te impida cumplir tu sueño.

'Cómo ser actor teniendo una discapacidad y no morir de asco porque no te llaman' es el tema que predominó en el taller del actor Telmo Irureta y, a la vez, una situación que muchos actores con minusvalía sufren en la actualidad. Un handicap que a veces es positivo porque "emociona" al actor y otras, negativo, "resulta ser un impedimento para muchos directores y guionistas".

El actor, que cuenta con la doble experiencia de ser actor de teatro y cine, impartió el pasado 28 y 29 de octubre en el Teatro Cervantes de Almería unas clases a doce alumnos de la Escuela de Arte Dramático en las que abordó cómo ser discapacitado y sentir lo que estas personas sienten en el escenario. 

¿Que querías trasmitir con el título?

Es una de las preguntas que puse en plan esquema con las que quise trabajar con ellos. Es verdad que hay muy pocos personajes con discapacidad en la actualidad, si no te llaman para ningún trabajo a causa de esto, les digo que escriban algo para ti mismo, aunque sea un monólogo y así te ven. Así, quizá, saben que existes y pueden contar contigo.

Entonces, ¿os siguen poniendo barreras?

Si, es difícil. Depende también del grado de minusvalía que tengas. Hay muchas cosas que uno no puede hacer por la minusvalía, gestos, pasos... y el personaje también se tiene que cambiar de camiseta o peinar y si no tienes movilidad en las manos, ¿que pasa? Hay directores y guionistas que les da miedo tener personajes con discapacidad. Abundan los personajes sin discapacidad en el mundo del arte, del cine y del teatro.

¿Que les dirías a esos directores y guionistas?

Yo les animaría a que contraten a personas con minusvalía para que actúen como personajes porque es divertido también que se vean personajes distintos y nuevos y crea  mucha variedad, no siempre lo mismo.

¿Cómo uniste el arte, la escenografía y la discapacidad?

Me encanta el mundo del teatro desde siempre. Estudie tres años Arte Dramático en San Sebastián y dije: "¿Qué tengo yo que los demás no tengan?" Pues otra visión.

¿Qué te aporta el arte?

(Se ríe) Dejas de ser tú, te metes en el papel, en el personaje. Entonces, también sales un poco de ti, tus problemas dejan de ser problemas. No sé cómo explicarlo, es como un paréntesis en tu vida, aprendes algo distinto de cada personaje.

¿Qué tipo de personajes te gusta interpretar?

Me encantan los que son personajes con humor, irónicos y un poco vacilones (risas). Que sean un poco 'tocapelotas' y un poco de cachondeo. Esos personajes me quedan bien, me cuesta más los que son más serios y personajes enfadados porque yo nunca me enfado. Aunque hago todo tipo de personajes, si me tengo que enamorar me enamoro, si tengo que llorar, lloro...

¿Que te llevas de Almería?

Me llevo la gente. La gente es fantástica, y es precioso.