El Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado el incremento registrado en las agresiones a los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante el año 2019, con un total de 1.507 actos violentos contra profesionales -289 de carácter físico- en la comunidad autónoma y con un incremento del 22 por ciento respecto a 2018.
En Almería, según los datos del sindicato, las agresiones aumentaron en términos relativos ligeramente por encima de la media regional, un 24 por ciento, puesto que han pasado de 70 en 2018 a 87 el año pasado. De estas, 33 fueron agresiones físicas, que han aumentado también en una decena respecto a 2018, y 54 verbales.
En la comunidad autónoma destacan especialmente el fuerte incremento de las agresiones en la provincia de Sevilla, según los datos de Satse, que a su vez los ha recogido del registro del Servicio Andaluz de Salud. Y es que en la capital andaluza los actos de violencia hacia los profesionales sanitarios ascendieron en 2019 hasta las 388, un 37,5 por ciento más que el año anterior, cuando se registraron 282, es decir 106 menos.
Respecto al resto de provincias, solo disminuyeron las agresiones en Huelva, en la que han bajado a 126, frente a las 135 de 2018. Aún así, son más ataques denunciados que en Almería, a pesar de que la provincia onubense tiene un menor número de habitantes. Esto sucede también en Jaén, igualmente con menos habitantes que Almería pero con mayor número de casos de violencia hacia sanitarios denunciados, con un total de 122.
Mejorar las medidas Estas cifras y el nuevo aumento de las agresiones ponen en evidencia, a juicio de Satse, la necesidad de mejorar tanto las medidas preventivas como una regulación normativa de las actuaciones necesarias para proteger a todos los profesionales.
Para el Sindicato de Enfermería "estas situaciones son intolerables. No se puede increpar, insultar y mucho menos agredir a profesionales que simplemente cumplen con su trabajo. Es tal la humillación e indignación, que muchos de estos profesionales tienen que darse de baja por no poder soportar la situación. Los enfermeros y enfermeras y los profesionales del SAS en general estamos para cuidar a los personas y no es justo que nos veamos sometidos a estas agresiones por las posibles deficiencias del Sistema Sanitario", recalca.
Y ante la evidencia del incremento de las agresiones, Satse ha criticado “la falta de avances de la Administración sanitaria andaluza para aprobar medidas contundentes y urgentes que prosperen contra la violencia en el ámbito sanitario”. De hecho, recuerda que “hace ya casi un año que se constituyó la mesa de prevención de las agresiones a sanitarios en Andalucía sin que hasta la fecha se hayan producido grandes avances”.
El Sindicato de Enfermería considera que es inaplazable dar una solución real a esta problemática que son las agresiones a los sanitarios, abogando por el endurecimiento de las penas, por lo que exige a la Administración andaluza que no demore más el trabajo en este terreno, y se tenga verdaderamente en cuenta el proyecto de Ley que SATSE entregó hace más de un año al consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre.
Entre las medidas incluidas en la propuesta de Satse destacan la dotación de recursos humanos suficientes con respeto a las ratios recomendadas por las organizaciones internacionales a fin de evitar situaciones de conflicto generadas por largas demoras en la atención.De igual forma, insiste en la necesidad de regular por ley el reconocimiento de delito a la autoridad pública la agresión al personal sanitario, medida que el propio consejero de Salud hizo suya en el Parlamento de Andalucía, "sin que se haya concretado aún en nada".
Una prioridad Fuentes de la Delegación provincial de Salud han salido al paso de estas críticas asegurando que desde el primer día del nuevo gobierno andaluz, las actuaciones contra la violencia en el ámbito sanitario ha sido una de sus prioridades. En este sentido, recuerdan la creación de la figura del coordinador sanitario provincial frente a las agresiones sanitarias e interlocutor provincial, que ha asumido el facultativo Fernando Carrasco, quien se encarga, en primer lugar, de ponerse en contacto personalmente con cada profesional agredido para ofrecerle todos los servicios a disposición del SAS. En Almería también existe ya la figura del interlocutor sanitario policial, que ejerce el inspector Jesús Eladio Fernández.
Desde la Delegación siempre se ha animado a los profesionales a denunciar las agresiones, y se ha recordado que la Consejería pone a su disposición tanto sus servicios jurídicos como médicos para su atención. Asimismo, informa de que se han puesto en marcha campañas de concienciación e informativas, e incluso que se ofrecen cursos a los profesionales para formarles ante comportamientos violentos de usuarios y evitar agresiones o minimizar sus consecuencias.
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