La UCRIF detectó 6 denuncias falsas de violencia de género para obtener papeles

Una investigación de la Policía Nacional y Europol destapó a finales del año pasado una red internacional dedicada a la introducción de ciudadanos argelinos y marroquíes en narcolanchas. La organización fletaba “pateras de lujo” para cruzar el Mar de Alborán en tres horas y ofrecía cobertura inmediata en tierra para sortear los controles fronterizos.

La operación desveló un sistema inédito de inmigración irregular y, más aún, aportó conexiones con otras bandas hermanas. La Unidad contra las Redes Ilegales y Falsedades (UCRIF) de la Policía Nacional en Almería tiró de los hilos de la investigación y detectó un fraude en las solicitudes de permisos de residencia de falsas víctimas de violencia de género.

Las pesquisas se bautizaron como Operación Cárpatos y se salda con 14 detenidos en la provincia, según informaron fuentes oficiales de la Comisaría Provincia de Almería. “La red se dedicada a la captación de mujeres extranjeras en situación irregular, a quienes se ofrecía la posibilidad de conseguir una tarjeta de residencia en España siempre que presentaran denuncias falsas de violencia de género”, explica un portavoz de la Policía Nacional en Almería.

“Las mujeres extranjeras eran atraídas por dicha organización, asegurándoles que se trataba de una práctica sencilla, sin riesgos, y con la efectividad de conseguir el último caso una autorización de residencia y beneficios sociales”, añade.

Las interesadas pagaban cantidades entre 6.000 y 10.000 euros. Una parte del dinero estaba destinado a los supuestos agresores denunciados que, de algún modo, se ‘sacrificaban’ a cambio de sus  honorarios.

El sistema de fraude

La falsa víctima, en el momento de la celebración del juicio, ratificaba su declaración, y a partir de ahí, se convertía en beneficiaria del elenco de servicios que la administración tiene establecido para las verdaderas víctimas de malos tratos.

La UCRIF ha elaborado ocho informes sobre presuntos permisos de residencia solicitados y tramitados de manera irregular, según fuentes de la investigación. Estas diligencias están en manos del juzgado, en contacto con la Oficina de Extranjería de Almería, para la posible revocación de las autorizaciones. Al menos seis de esos casos de supuesta ilegalidad están conectados con denuncias sospechosas de violencia de género, según las mismas fuentes consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA.

La Policía Nacional, en los supuestos en los que de manera “inequívoca y fehaciente, ha podido probar la obtención de una tarjeta de residencia por este medio, ha procedido a remitir a la Oficina de Extranjería de Almería los correspondientes informes para la extinción de las autorizaciones”, explica la Comisaría Provincial.

Dos fases
Todas las personas detenidas han pasado a disposición judicial acusados de los presuntos delitos acusación y denuncias falsas, simulación de delitos, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y pertenencia a grupo criminal.

El Juzgado de Instrucción número Tres de Almería, cuya titular es la magistrada Ana Belén Vico, ha acordado el ingreso en prisión de tres de los arrestados. Entre los detenidos hay dos mujeres, aunque no están vinculadas a denuncias falsas. La Operación Cárpatos se desarrolló en dos fases. La primera se concentró a finales del pasado verano con la detención de cuatro personas de origen marroquí, mientras la segunda se confirmó este mes de febrero.

 La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones. La UCRIF rastrea otros procesos de regularización sospechosos y la posible captación de víctimas en Almería y otras provincias españolas.