“Mi trabajo como diputada es ayudar a la gente y lo sigo haciendo desde mi casa”

Hace unos días, Ecuador se antojaba una prisión para tres enfermeras almerienses que veían como su espíritu solidario recibía un zarpazo a cuenta del coronavirus: temían quedarse aisladas en el país latinoamericano mientras durase la cuarentena que mantiene restringidos todos los vuelos.

Mientras esto ocurría, la diputada socialista por Almería Sonia Ferrer anunciaba en sus redes sociales que su trabajo se convertía también en teletrabajo. Es decir, continuaba "echando una mano a la gente" en todo lo que pudiese, aunque lo hacía desde la distancia. Una decisión que tomó, como explica, porque el que no haya actividad parlamentaria "no quiere decir" que ella no siga haciendo lo que hacía a diario hasta el Decreto del 17 de marzo. "Mi trabajo sigue, aunque haya cambiado el contexto de una manera que ninguno podíamos imaginar", relata.

Lo hizo público con un mensaje en las redes sociales y, desde ese momento, ha comprobado que ha sido para bien de un buen número de empresas y personas de a pie que han visto truncada su realidad por la pandemia y que han recibido la intermediación de la almeriense como una varita mágica para solucionar todos sus miedos. Como las tres enfermeras almerienses, que hace tan solo unas horas han llegado a sus domicilios para abrazar como nunca lo habían hecho a sus familiares gracias al empeño y al buen hacer de Ferrer.

Vuelta a casa

"Cuando supe del caso de estas enfermeras almerienses me puse en contacto con el cónsul de Ecuador, que es muy buena persona, para agilizar tanto como fuera posible su regreso a Almería y, por suerte, ya están aquí. La madre de una de ellas me ha enviado una foto con su hija", explica la diputada. Un reencuentro del que Ferrer ha sido gran responsable y del que la han hecho partícipe las propias familias y que hace visible en la provincia el trabajo que personas al servicio público como la diputada almeriense realizan a diario.

Pero esta no es la única tarea que Ferrer ha acometido durante estos días de cuarentena atrincherada sin descanso en su despacho, que antes era un escaño en el Congreso de los Diputados y ahora ha cobrado vida de nuevo en una habitación de su vivienda. Sonia Ferrer también trabaja con ahínco en la vuelta a casa de los almerienses que se encuentran en Perú y que, tal y como adelantó LA VOZ, pedían regresar a España al verse atrapados por la pandemia en tierras latinoamericanas.

Un trabajo que avanza más lento ya que, explica Ferrer, el Gobierno de Perú ha decidido cerrar todo el tráfico aéreo pero que, gracias a su intermediación y a la buena respuesta del cónsul de Lima, se ve más cerca. "Este es el caso que más lento avanza pero ya hemos conseguido un compromiso del Gobierno peruano de que están trabajando con el Ejército para ayudar a la vuelta a España de unos 1.500 españoles que hay allí", detalla.

A estos casos también se le suma el de una almeriense de Pechina que se encuentra cerca de Milán y que recibe el interés de las autoridades españolas a diario a la espera de poder regresas a su tierra o el de otra almeriense que se encuentra en Irlanda en mitad de la tempestad del coronaviurs. Pero no son solo las personas a título propio quienes han requerido la intermediación de la política almeriense, ya que, como señala, son más de una docena de empresas cuyos trabajadores han pedido ayuda a Ferrer para, sobre todo, apaciguar sus miedos después de que se decretara el estado de alarma.

Empresas

"Son muchas las empresas que se han puesto en contacto conmigo para preguntarme sobre qué dice el decreto, sobre los ERTES o la movilidad a los trabajadores al centro de trabajo, pero también para preguntarme sobre la seguridad, los EPI y muchos autónomos a los que esta pandemia les ha parado por completo su actividad y que no sabían qué hacer ante esta situación nueva para todos".

Y es en estos casos cuando Ferrer saca lustre al significado que tiene el servicio a la comunidad y ofrece su ayuda para sacar de cualquier duda a estas empresas y trabajadores., que, en muchos casos, cuenta la diputada, sentían "miedo" sobre lo que se avecinaba al no encontrarse con los equipos de protección suficientes como guantes o mascarillas. 

Pero nada es mucho para esta incansable trabajadora, que también ha ayudado a familiar que han visto como la pandemia truncaba cualquiera de los planes económicos del hogar. "Esta situación es nueva para todos y hay gente que lo pasa verdaderamente mal y a la que tenemos que ayudar, por ejemplo, ofreciendo asesoramiento en el tema de la moratoria de las cuotas de las hipotecas", cuenta mientras le quita mérito a su tarea: "Yo solo hago mi trabajo lo mejor que puedo y hoy estamos viendo inmensos gestos de solidaridad de toda la sociedad española. Solo tenemos que seguir siendo fuertes y superar esto".