Detenido por la Guardia Civil por agredir a su padre de 85 años en Huércal

El Juzgado de Instrucción número Uno de Almería, cuya titular es la magistrada María Belén López Moya, ha condenado a un mes y medio de trabajos en beneficio de la comunidad a un vecino del municipio de Huércal de Almería acusado de agredir a su padre de 85 años de edad.

El acusado fue arrestado por agentes de la Guardia Civil la madrugada del pasado 23 de abril tras las llamadas de los vecinos alarmados por “los insultos, vejaciones y golpes” a un matrimonio en el interior del domicilio.

Los agentes se encontraban realizando un control en la rotonda del polígono La Cepa  con motivo de las medidas de confinamiento, acompañados por miembros de la Policía Local de Huércal de Almería, y acudieron a una sucesión de avisos provocados por el altercado.

Una almohada

Los vecinos estaban realmente afectados por los gritos y pedían auxilio desesperadamente ante la imposibilidad de saber qué sucedía en la vivienda. Los agentes hallaron en el interior del inmueble a un matrimonio de avanzada edad con evidentes signos de nerviosismo y al agresor, ya condenado, bajo los efectos de bebidas alcohólicas y en actitud violenta.

Según el relato de la víctima, su propio hijo lo había atacado en una habitación de la casa y lo había intentado asfixiar con una almohada. Luego lo había agarrado por el cuello y sacado entre goles en la cabeza, amenazas e insultos, que se repitieron delante de los agentes de la Guardia Civil personados en el domicilio.

En la incidente, el hombre sufrió diversas contusiones, aunque ninguna herida de gravedad. Fue trasladado a un centro médico para su revisión y dado de alta sin mayores incidencias. Mientras, la Benemérita puso al acusado a disposición judicial por un presunto delito.

Según la sentencia del Juzgado de Instrucción número Uno de Almería, el agresor es culpable de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y cumplirá una pena de 46 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Además, la magistrada impone una prohibición de tenencia y porte de armas durante un periodo de 16 meses y una orden de alejamiento de 300 metros durante un año.

Según las diligencias judiciales, el acusado también provocó destrozos en el mobiliario de la casa y en días previos había tenido un incidente similar, aunque el padre no sufrió lesiones y no presentó denuncia ante la Guardia Civil.