Las residencias de mayores ganan la batalla al coronavirus en Almería

De 91 contagiados en las cuatro medicalizadas solo queda una persona con el virus, en Roquetas

El personal de la residencia de Roquetas aplaude a seis mayores que han superado la enfermedad.
El personal de la residencia de Roquetas aplaude a seis mayores que han superado la enfermedad. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 18 may. 2020

La medicalización de cuatro residencias de mayores de Almería ha conseguido salvar a 77 de los 91  residentes que han sido contagiados  de coronavirus en ellas, es decir a casi el 85 por ciento (84,6%) de los casos totales confirmados. 



Pero además, tres de estos cuatro centros (Valleluz de Íllar, junto a  Ballesol y Santa Teresa Jornet en Almería capital) ya están libres de virus, mientras que en la Residencia Virgen del Rosario de Roquetas, donde se produjo el mayor brote de la provincia, solo queda un paciente afectado por el SARS-CoV-2, aunque se encuentra en buen estado y se espera que pueda estar totalmente recuperado en breve



Por ello, las previsiones apuntan a que las cuatro residencias medicalizadas puedan quedar libres de virus en cuestión de días, después de un arduo trabajo interdisciplinar y en equipo, en el que han colaborado los hospitales  Torrecárdenas y Poniente, los distritos sanitarios Almería y Poniente y, por supuesto, el personal de las propias residencias. 



Todo ello ha sido posible gracias a la iniciativa de la Delegación provincial de Salud que, como han destacado los profesionales que han participado en este trabajo, ha permitido no solo dotar a los centros de todos los profesionales, medios y servicios necesarios, sino también algo muy importante: anticiparse al virus, ir por delante de su incidencia para poder controlarlo cuanto antes



Al final de esta primera etapa de medicalización, aunque ha habido que lamentar la muerte de 13 personas en estos centros, algo que ha sido especialmente duro en cada uno de los casos, para  las personas y  sus respectivas familias, se puede concluir que en Almería se ha conseguido salvar muchas vidas gracias a este esfuerzo. 



Fallecidos Hay que tener en cuenta que el índice de pacientes que han fallecido en estas residencias ha sido del 14,2% de los contagiados, que aunque es el doble de la tasa general  en Almería (el 7% de víctimas mortales respecto al total de casos confirmados), está muy por debajo de la tasa global en otras provincias andaluzas, como Granada (31%,  Jaén (28%) o Málaga (17%), y otras muchas españolas. Además, es fundamental tener en cuenta que se trata de pacientes de avanzada edad, en su mayor parte por encima de 85 años, y con diferentes patologías previas y comorbilidades,  características que impiden cuidados agresivos. 



Y teniendo en cuenta lo sucedido en residencias de mayores de otras provincias españolas, podría decirse que la medicalización de los centros en Almería ha ofrecido resultados extraordinarios y, como dicen los profesionales consultados, bien podría servir como un ejemplo y modelo de gestión sanitaria a seguir para todo el país



De hecho, diferentes comunidades científicas ya se han dirigido a los responsables médicos en las residencias para que expliquen su experiencia, como le ha sucedido a Javier Sandoval, facultativo de atención primaria en el Poniente, quien ha trabajado intensamente en la de Roquetas.


Íllar y Almería “¡En Almería no hemos aplanado la curva del coronavirus, la hemos aplastado!”, exclama con orgullo Nicasio Marín, especialista en Medicina Interna de Torrecárdenas, quien ha estado al frente de la batalla, “en el corazón de las tinieblas”, de las residencias Santa Teresa Jornet y Valleluz. Marín ha sido quien "día a día y sin mediar descanso ha marcado pautas sanitarias y ‘tecnology’, con "espíritu de lucha, entrega y positividad" en ambos centros, tal y como han destacado los trabajadores de Íllar en una carta. 


Después de más de 2.000 kilómetros de carretera a sus espaldas en sus visitas a las residencias, Nicasio Marín reconoce que el trabajo ha sido muy duro, especialmente en Íllar, un pueblo que a su entender también ha quedado estigmatizado por lo sucedido, especialmente por las dos muertes en el centro. 


Marín cree que esta experiencia y este gran trabajo en las residencias y la constancia de que se pueden haber salvado muchas vidas puede convertirse en "el paradigma del no abandono" y podría obligar a revisar el sistema de atención a quienes más lo necesitan. "Vayamos a donde están, no les abandonemos", insiste.


Respecto a la residencia Santa Teresa Jornet, gestionada por religiosas, el doctor apunta a que aunque al principio fue más complicado introducir en sus hábitos los procedimientos médicos, “finalmente se han adaptado muy bien y no se ha registrado una ampliación de los casos iniciales”. Ayer aún restaba confirmar en ella la “tercera diana negativa” del último paciente con Covid-19, aunque extraoficialmente se podía dar el centro como libre de virus. 


No obstante, tanto en este caso como en el resto de centros, se mantendrá ahora un periodo de cautela, de unos 10 días, en los que se mantendrá una vigilancia médica especial




"No lo hemos esperado, hemos ido a buscarlo" Si el pasado viernes quedaba libre de virus el centro de Íllar, tres días antes había sucedido lo propio en la residencia Ballesol de la capital. Allí también ha estado al frente un especialista en Medicina  Interna de Torrecárdenas, Francisco Laynez, quien ha debido compatibilizar esta complicada tarea con la dirección de la unidad de cuidados paliativos del Hospital de la Cruz Roja.


“Aunque ha sido un trabajo muy duro, en Ballesol contábamos  con la ventaja de que es un centro muy moderno y bien estructurado, que además disponía de servicio médico durante las 24 horas”.


A pesar de contar con 137 residentes, en la residencia solo se han confirmado 12 positivos,  aunque también dos muertes, un varón de 85 años que falleció en Torrecardenas y una mujer de 93 años que murió  por insuficiencia respiratoria, y que además tenía una demencia muy avanzada con incapacidad.


El doctor Laynez cree que los buenos resultados en Almería se deben a varios factores, como la disposición de medios o el refuerzo de las plantillas, aunque sobre todo a que “se actuó precozmente, no se esperó a que el virus actuara, sino que se fue  a buscarlo”. 


"Esperamos estar libres de virus esta semana" La Residencia Virgen del Rosario de Roquetas sufrió el peor brote de coronavirus en la provincia, por el que han fallecido seis mayores, aunque otros 34 han conseguido superar la enfermedad, al igual que los 13 trabajadores que también fueron contagiados. 


Pero hoy la situación es bien diferente, hasta el punto de que solo un paciente sigue afectado por el virus, y además, como dice  Paula Morales, la directora del centro, “está muy bien y se confía en que esta semana pueda estar recuperado del todo”.  


Morales resalta la “excelente coordinación entre la residencia, la Delegación, el Hospital de Poniente y el Distrito Sanitario", y que  gracias a ello se ha conseguido la recuperación de la gran mayoría de los contagiados, aunque, por supuesto, no pueda olvidar los duros momentos pasados, sobre todo por el fallecimiento de seis personas. 


De momento, la residencia, que ha reforzado su plantilla, sigue medicalizada y sectorizada, de forma que los 34 pacientes curados están en una planta y los que no han estado en contacto con el virus, 43, en otra, con un personal asignado a cada zona. Ahora es muy importante mantener la vigilancia sobre estos últimos, por lo que siguen realizándose continuamente pruebas de detección, tanto a los residentes como al personal. Además todavía no se utilizan las zonas comunes y siguen sin estar permitidas las visitas, aunque la vida en el centro vuelve poco a poco a la normalidad perdida en los últimos meses. 


Un ejemplo Uno de los médicos que ha trabajado en el centro, el internista Joaquín Salas, quien además es director de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital de Poniente, resalta el gran trabajo en equipo realizado e incide en la idea de que la medicalización de las residencias en Almería puede tomarse como ejemplo para desarrollarlo en toda España. 


En su caso, la experiencia en enfermedades contagiosas y el contacto permanente con colegas de países donde el virus había atacado antes que en España también ha sido un importante referente para  la intervención en la residencia de Roquetas. 



Orgulloso  Ante estos datos y este gran trabajo, el delegado de Salud en Almería, Juan de la Cruz Belmonte, solo puede mostrarse “profundamente orgulloso” de la decisión adoptada por su departamento para luchar contra el coronavirus desde el corazón de las residencias y con la colaboración de los hospitales, los distritos sanitarios y los trabajadores de los propios centros.


Belmonte coincide con Francisco Laynez al considerar que en esta batalla ha sido fundamental “adelantarse a los problemas y a los acontecimientos”, aunque advierte que “esto  no ha terminado y hay que mantener la guardia”.



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