Condenados a prisión dos legionarios por una pelea con superiores

La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo (TS) condena a penas de prisión a dos caballeros legionarios implicados en una pelea con superiores durante una comida de hermandad en la base de Viator en 2016.

El TS confirma la sentencia Tribunal Militar Territorial Segundo que impone a los soldados un año y dos meses y seis meses de prisión respectivamente por “delitos de insulto a superior, en su modalidad de maltato de obra a superior”.

El suceso se produjo durante una comida de previa a los actos institucionales  del aniversario fundacional de la Legión en la base Álvarez de Sotomayor de Viator. Según la sentencia, miembros de la VII Bandera disfrutaban de una comida de hermandad junto a algunos familiares, como es tradicional para celebrar la efeméride.

Sobre las 18.30 horas de aquel 18 de septiembre de 2016, los dos legionarios acusados “se dirigieron al lugar en el que se almacenaban bebidas y sacaron de una botella de anís”, según la sentencia del TS.

Un sargento se aproximó para indicarles que no podían llevarse el alcohol y poco después, cuando intentaban llevársela nuevamente, un segundo sargento se la arrebató de las manos a uno de los soldados. Según el tribunal, en este punto se desató una fuerte discusión con la intervención de otros militares.

La sentencia refleja una secuencia con empujones, forcejeos y “un golpe en la cara, a la altura del labio superior”, propinado presuntamente por uno de los legionarios a un sargento. “A lo que éste responde y golpea en el rostro al legionario; caen al suelo y continúa el intercambio de golpes”, detalla el tribunal en los hechos probados.

Lesiones

El incidente acabó con un sargento con “una contusión en boca con herida y pérdida de pieza dentaria y contusión en mano derecha”. El primer legionario sufrió “una contusión facial y fractura de tabique nasal no desplazada”.  Por su parte, el segundo legionario presentó “policontusión y traumatismo ocular”.

El tribunal absuelve a los dos sargentos y un cabo de un delito de abuso de autoridad, en su modalidad de maltrato de obra a subordinado. En cambio, condena a los caballeros legionarios, que habían alegado provocaciones del sargento e insultos racistas. El TS rechaza sus recursos.