La detención del ‘mantero’ se produjo “con la mínima fuerza y sin lesiones”

La actuación de la Policía Local en la Plaza Pavía del barrio capitalino de Pescadería, en la que los agentes detuvieron a un varón que ejercía la venta ambulante, se produjo con "la mínima fuerza" por parte de los policías que actuaron y sin que se produjeran lesiones en el detenido.

Así lo han señalado a LA VOZ fuentes policiales después de que el parlamentario andaluz Diego Crespo Garcia, de Adelante Andalucía, entre otros políticos, denunciará a través de las redes sociales los hechos en el vídeo en el que "no se ven los hechos del todo completos", alegan las mismas fuentes, ya que se "omite" parte de la actuación en el mismo.

Y es que, según narran, los agentes fueron requeridos por los propios comerciantes de la Plaza Pavía, en el barrio de Pescadería, que informaron de que en el lugar se encontraban tres vendedores ambulantes ilegales, con el consiguiente perjuicio que eso ocasiona a sus negocios. Ante la alerta vecinal, al lugar se desplazan dos agentes de la Policía Local, que advierten a los vendedores para que retiren sus puestos, ya que la actividad que están ejerciendo está sujeta a licencia municipal.

"Ante ello, dos de los vendedores se marchan voluntariamente sin oponer objeción alguna, siendo el tercer vendedor el que genera la situación creada debido a su negativa reiterada a obedecer las indicaciones de los Agentes", señalan fuentes policiales a LA VOZ, que especifican que durante 20 minutos, los dos Agentes intentaron en numerosas ocasiones mediar con el detenido para que deponga su actitud y se retire del lugar, ya que estaba siendo objeto de denuncias de comerciantes de la zona, sin que este entrara en razón, continuando con su negativa.

Dada la situación y la gran concentración de personas que se estaba generando, los agentes solicitan apoyo, por lo que al lugar se desplazan otras dos patrullas, que es el momento en el que comienza el vídeo publicado por los parlamentarios andaluces.  Lejos de cualquier actitud violenta y a los efectos de evitar cualquier altercado, la nueva patrulla se presenta en el lugar, momento en el que el detenido comienza a gritar y a lanzar prendas de ropa hacia la gente, continuando con su negativa a marcharse, y manteniendo su actitud pasiva hacia los Agentes.

Ante esta situación, se procede a informarle en diversas ocasiones de que su actitud es constitutiva de un presunto delito de resistencia y desobediencia, por lo que si no colabora sería detenido por tales hechos. Después de casi 45 minutos de intervención y mediación, a los Agentes "no les queda más remedio" que proceder a la detención del individuo, haciéndolo solo una de las patrullas mientras los compañeros de la Policía Local que se encontraban en el lugar retiran la mercancía y ofrecen protección para evitar mayores altercados.

Así las cosas, las mismas fuentes defienden: "Dicha detención se realizó utilizando la mínima fuerza indispensable y sin que durante la misma se produzca ningún tipo de lesión, ni tan siquiera superficial, tal y como se especifica en el reconocimiento médico que le realizan los facultativos momentos posteriores a su detención", tal y como ya adelantó ayer LA VOZ.