Una condena más baja para la familia que intentó matar a un vecino de La Cañada

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) estima parcialmente el recurso de las defensas y reduce a seis años la condena de prisión a dos de los tres acusados de intentar matar a un vecino de La Cañada de San Urbano en julio de 2017.

Los procesados son un padre (R. R.) y sus dos hijos (R. F. y G. A.). La  Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería les condenó a siete años y tres meses de cárcel por delitos de tentativa de homicidio, tenencia ilícita de armas y daños por un ataque perpetrado en la barriada capitalina.

El TSJA absuelve ahora a los hijos del delito de tenencia ilícita de armas y deja sus penas en seis años de prisión y una indemnización conjunta de 6.500 euros por los destrozos ocasionados en un vehículo.

El relato de hechos, sin embargo, anuncia un episodio de enorme violencia que trasciende de las penas de prisión. El padre y sus hijos acordaron “acabar con la vida de F. J.”. La noche del 26 de julio de 2017, lo asaltaron a las puertas de su domicilio en La Cañada de San Urbano.

Primero lo atropellaron con una furgoneta. “Cuando salía del portal, intentaron atropellarlo irrumpiendo bruscamente la furgoneta en la acera y arremetiendo contra F. J.”, señala la sentencia de la Audiencia de Almería”. La víctima cayó herida, pero consiguió huir a pie. La furgoneta impactó contra la fachada.

Poco después apareció un segundo vehículo. G. A. bajó del Volvo, sacó una azada y destrozó a golpes el Audi de la víctima. “Tras coger una azada del maletero se dirigió al turismo Audi A3 de F. J., que permanecía estacionado en el mismo sitio, golpeando repetidamente al mismo con la reseñada herramienta, causándole desperfectos en las lunas, espejos y en la chapa, abandonando a continuación el lugar”.

La víctima regresó al lugar, se subió a su coche dañado y trató de salir de La Cañada de San Urbano, pero el ataque no había terminado. El Volvo de los dos hermanos inició la persecución hacia el sur de la barriada, en la calle Argadillo.

Se vivieron entonces momentos dramáticos. Según las diligencias, el padre cruzó la furgoneta en el paso de F. J., que quedó atrapado entre los dos vehículos. Uno de los agresores sacó un revólver y disparó en tres ocasiones. Las balas silbaron por encima de la cabeza de F. J., mientras salía arrastrándose del Audi para salvar su vida.

Después de la instrucción y de dos sentencias, el caso aún sigue ofreciendo algunas incógnitas. La Policía Nacional no encontró el revólver utilizado, aunque identificó a los implicados y los puso en manos de la justicia. Además, la Audiencia Provincial detalla específicamente que los implicados tenían “diferencias por causas que no han quedado acreditadas”. El asunto se investigó como un ajuste de cuentas, aunque la sentencias no aclaran el origen.

“No es relevante para el enjuiciamiento especular con cuál fuera el móvil de la agresión, aunque sobre ello se extendieron los interrogatorios en el acto del juicio”, expone el TSJA. “(Existió) un reconocido enfrentamiento previo entre la víctima y G. A., del que cada uno da una causa por completo diferente”.

El TSJA estima el recurso de la defensa sobre la eliminación de los delitos de tenencia ilícita de armas porque considera que el arma era de G. A. y solo él era responsable de su guarda y manipulación. Por tanto, absuelve a su padre R. R. y a su hermano R. F. del delito por el que habían sido condenados en Almería a un año y tres meses de cárcel.