Calles y solares de toda la ciudad acumulan basura y suciedad

Almería ya no es aquella ciudad de Escobas de Oro y Platino que, a base de talonario a través de un cambio en la concesión administrativa, consiguió convencer a sus vecinos de que sus calles estaban más limpias que nunca.

Los vecinos de la capital llenan a diario las redes sociales y las aplicaciones municipales con imágenes de calles sucias, con basuras acumuladas, restos de líquidos pegados a la vía y objetos abandonados que bien pueden ser sillitas de bebé para el coche, bicicletas de niño o mesitas de noche.

Y es que la sensación generalizada de los almerienses es que la ciudad está sucia. No se trata de un problema de un barrio concreto, a pesar de que hay zonas como El Puche -sobre todo en el río Andarax-, Los Almendros o Pescadería en los que la situación es más complicada, pero las críticas en los últimos tiempos llegan desde todos los sitios.

Desde el barrio de Los Ángeles llevan meses denunciando la presencia de vertederos incontrolados en el entorno de La Molineta, al igual que desde Amigos de la Alcazaba se ha puesto de manifiesto la suciedad que se acumula en las laderas del monumento más importante de la ciudad o de la zona del Mesón Gitano.

Los vecinos de La Goleta denuncian que tras cada rincón se acumulan basuras y en El Zapillo las calles, sobre todo si hay contenedores cercanos, muestran restos de residuos, lo que se viene a conocer en Almería como ‘chorreones’.

Periferia
En los barrios periféricos como Loma Cabrera o Venta Gaspar la denuncia de solares con basuras o falta de baldeo son constantes, pero los problemas no se quedan ahí. En la zona centro hay calles como Regocijos que tras su remodelación y cambio de contenedores de sitio aún no ha conseguido el cambiar los hábitos de los vecinos, los mismos que en Rambla Alfareros con Rafaela Jiménez ponían un cartel pidiendo que no depositaran allí los residuos (y parece que con el paso de los días algo consiguieron).

El entorno de los contenedores soterrados es otro de los puntos ‘sucios’ de un centro que quiere ser el principal atractivo turístico de la ciudad.

Es cierto que mantener limpia toda una ciudad no es una tarea sencilla y que requiere de la colaboración de todos. Así desde el Ayuntamiento de Almería siempre recuerdan que estamos en una ciudad en la que el viento está muy presente y en la que la falta de lluvia complica aún más el mantenimiento.

Precisamente ese viento llena de hojas permanentemente las aceras del Paseo de Almería o deja envoltorios y bolsas enganchados en los jardines que no se recogen porque no está claro quien tiene la competencia.

Suciedad
Pero lo cierto es que las calles no terminan de verse nunca limpias, algo a lo que colabora también el tipo de baldosa utilizada en algunas zonas y que además de absorber el agua, también lo hace con las manchas.

Parte del problema de la acumulación de basuras la provocan los propios almerienses que depositan sus residuos fuera de los contenedores y las papeleras, que aprovechan cualquier rincón, por ello parece más que necesario continuar con la labor de concienciación más allá de la campaña ‘Esto también va contigo’.

Es cierto que mejorar la limpieza y su percepción por parte de los ciudadanos es una inquietud del equipo de Gobierno desde hace tiempo pero la situación no parece mejorar.