El Defensor del Pueblo Andaluz ha decidido cerrar el expediente que abría de oficio hace unos meses para investigar el cuidado y mantenimiento que se estaba realizando por parte del Ayuntamiento de Almería de los restos arqueológicos aparecidos en la falda de la Alcazaba, exactamente en la calle Almanzor, después de que se denunciara en varias ocasiones la acumulación de basuras y la entrada a la zona de vecinos para proceder a su limpieza.
Este archivo se realiza después de haber solicitado información a la Delegación Territorial de Cultura y al propio Consistorio sobre la situación de los restos. Explicaba la administración autonómica en la documentación enviada a Jesús Maeztu que el solar se encuentra vallado y reconoce que existe un problema de vertidos de basuras pero que “los vertidos que se realizan en las laderas de la fortaleza son en general envases plásticos, latas de aluminio y botellas de vidrio, estos degradan visualmente un espacio de gran valor histórico y afluencia turística pero no entrañan un daño o riesgo mensurable para el patrimonio arqueológico”.
De hecho, cree la Junta que en todo caso el deterioro podría producirse “con agentes de tipo atmosférico, ambientales o bióticos, los cuales pueden ser coadyuvantes entre ellos, la lluvia por ejemplo puede propiciar el crecimiento de plantas vasculares que causan daños debidos al crecimiento y engrosamiento de sus raíces” y recomienda su consolidación.
Segunda fase
Por su parte, el Ayuntamiento de la capital contestaba al Defensor del Pueblo Andaluz que hay abierto un proceso administrativo para continuar con la labor arqueológica en la zona así como consolidar y restaurar los restos aparecidos.
De hecho le explican todo el plan previsto que supone desde la limpieza de las basuras y los restos de obras contemporáneas como cimentaciones o solados, a la “excavación arqueológica extensiva” y la documentación y restauración de estructuras emergentes.
Ante estos planes, el Defensor del Pueblo asegura que “parece que las medidas más necesarias están en vías de ser adoptadas, entendiendo pues que el asunto puede considerarse en vías de solución” y ante esto, procede a “concluir” las actuaciones “agradeciendo la colaboración prestada y dejando a salvo la oportunidad, en su caso, de estudiar nuevas actuaciones si la situación lo requiere”.
Situación actual
Este cierre dictaminado en una resolución del pasado 23 de julio da carpetazo a una situación que sigue esperando que los técnicos municipales culminen los informes correspondientes de las empresas que se presentaron para ejecutar esta segunda fase de las excavaciones.
Cabe recordar que fueron un total de cuatro las empresas que se presentaban a este procedimiento, exactamente Patrimonio Inteligente, S.L.; UMC Construcción S.L; Nerea y Arqueología Técnica Urbana, S.L. La licitación de estos trabajos salía con un presupuesto de licitación de 145.200 euros y un plazo de duración de cinco meses.
La empresa adjudicataria tendrá entre sus misiones consolidar los elementos ya encontrados que corresponden a estructuras medievales aunque bastante alteradas por la reurbanización de los siglos XIX y XX. Entre los hallazgos más interesantes para la investigación figura “un muro que por su técnica constructiva a base de argamasa de cal y mampuestos podría retrotraerse a los siglos X o Xl, también se han documentado estancias domésticas y otras construcciones como aljibes y tarjas plenomedievales de los siglos Xll al Xlll”, tal y como le explica la propia Junta de Andalucía en su comunicación al Defensor del Pueblo Andaluz.
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