“La investigación debe tener una clara aplicación en la industria”

“Tenemos la suerte de vivir en una tierra de emprendedores”, afirma Alicia Cañadas. “Nuestros abuelos supieron convertir una tierra árida, como es Almería, en la huerta de Europa, y lo hicieron gracias a su esfuerzo, a una gran constancia, y a mucha pasión por la tierra. Consiguieron impactar localmente para una mejora en la alimentación mundial. Ahora nos toca a nosotros mejorar su trabajo con la tecnología, y aplicarla para lograr mayor sostenibilidad, mayor rentabilidad, una mejor gestión, y una mejora en la vida de nuestros agricultores”.

Alicia hace una pausa y sonríe, pero habla en serio. “Ni fue fácil su trabajo, ni es fácil el nuestro, pero ahí está el desafío y la oportunidad”, añade. “La pandemia está terminando, pero seguimos siendo un sector esencial para una Humanidad en continuo crecimiento...”.

¿Y cuál es el papel del Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA), en todo esto?, le pregunto. “El Parque tiene el compromiso de aportar valor a la provincia”, dice. “Y ser un eje vertebrador entre la Universidad, las empresas, la administración y la sociedad. Para conseguir, entre todos, que nuestra provincia sea el referente de conocimiento e innovación en agricultura, energías renovables y mármol”.

Vocación

Alicia es de Almería, y desde niña supo que se decantaría por las ciencias. “Me encantaban las Matemáticas, la Física, la Química, y todo lo que sonase a preguntarse: ¿Por qué...?”, recuerda. Al final eligió la Química, “soñando con vestir una bata blanca y con hacer un descubrimiento que mejorase el mundo actual”. Es licenciada por la Universidad de Granada, en la especialidad de Química Orgánica, y luego hizo el Doctorado en Química Avanzada. También posee un Master en Calidad, y otro en las tres especialidades de Prevención de Riesgos Laborales: Seguridad del Trabajo, Higiene Industrial / Medicina del Trabajo y Ergonomía / Psicosociología.

“Y aunque en mis inicios sí que vestí esa bata blanca, y aún la conservo, lo que sí he mantenido es el sueño de dejar un mundo mejor”, dice. “Y ese objetivo es el que ha ido marcando realmente mi desarrollo profesional”. A lo largo de sus mas de veinte años de experiencia, ha trabajado en diferentes sectores: cosmética, investigación, servicios, docencia, tecnología... “Y todo esto me ha permitido desarrollar mi capacidad de adaptación y adquirir conocimientos en ámbitos muy diferentes”.

“He trabajado en empresas multinacionales que me han aportado una visión de negocio global y estratégica muy amplia; y en empresas familiares que me han enseñado la importancia de las relaciones profesionales y personales, así como el compromiso y la responsabilidad con tu empresa”.

El reto

Actualmente, Alicia es directora de Innovación del Parque Científico Tecnológico de Almería. “Entré a formar parte del equipo del PITA en 2014, y desde el principio me ilusionó el proyecto”, afirma. “En aquel momento el PITA estaba muy en sus inicios, y suponía un reto. Realmente, eso fue lo que me motivó. Pensé: Bueno, si busco mejorar un poquito el mundo, innovando es una muy buena forma, ¿no?”.

En el departamento de Innovación tienen el foco puesto en proyectos de temática muy variada: tecnología, bioeconomía, divulgación de la Ciencia, agroalimentación, blockchain... “Nos gusta trabajar en consorcio con otras empresas”, explica, “y, fundamentalmente, lo hacemos con empresas de nuestro ecosistema, con el objetivo de impulsar su innovación y abrirles nuevas oportunidades de negocio”.

“Pero también lo hacemos con empresas a nivel nacional e internacional, pues sabemos que esto nos aporta valor y experiencia en otros sectores. Aumenta nuestra diversidad cultural, y abre nuevos campos para acciones globales”. Desde el departamento han desarrollado también un catálogo de Servicios de Innovación de alto valor añadido para las empresas. “Por ejemplo”, apunta, “una red privada de blockchain para que las empresas del Parque puedan desarrollar sus proyectos sobre esta tecnología”.

“A nivel internacional, coordinamos la red de parques y áreas de innovación especializadas en agroalimentación de todo el mundo”, añade. “Entendemos que, si Almería es un referente mundial en el ámbito del agro, nuestro cometido es serlo en la coordinación de las áreas de innovación agroalimentarias”.

Simbiosis

¿Y cómo ve el panorama científico nacional?, le pregunto. “La ciencia en España siempre ha estado muy poco valorada”, responde. “Y no solo económicamente, también popularmente. Si esto no lo revertimos, difícilmente vamos a conseguir que los universitarios vean esta opción como una salida laboral atractiva. Pero los investigadores con los que contamos en nuestro país son personas a las que realmente les motiva su trabajo”.

“No podemos olvidar que la investigación debe tener una clara aplicación en la industria, y para eso es clave una alianza entre las empresas y la Universidad”, apunta. “Es una simbiosis. Los grupos de investigación de las universidades son las fuentes de conocimiento para las empresas, y donde yo entiendo que estas deben apoyarse para su crecimiento. Igualmente, los grupos de investigación necesitan saber qué demanda el mercado, para poder orientar sus investigaciones en temas claves para el desarrollo y la solución de problemas de la sociedad y las empresas...”.

“El futuro es apasionante”, dice Alicia, “y diferente a todo lo que hemos vivido hasta ahora. Creo que tenemos mucha suerte de ser la generación que lo va a vivir, y, evidentemente, como es algo nuevo, tenemos la responsabilidad de focalizarlo hacia fines de bien común. ¡Se puede ayudar a tanta gente con la tecnología, que sería una irresponsabilidad no hacerlo! Creo en un futuro tecnológico, pero humano. No una tecnología que nos suplante, sino que nos mejore la vida. En el caso de Almería, nuestro reto tecnológico está muy claro: alimentar a los 9.000 millones de personas que seremos en diez años”.