Juicios señalados para 2026: “Hay gente que muere antes del juicio”

Resolver un conflicto laboral en los tribunales se ha convertido, en muchos casos, en un ejercicio de paciencia para ciudadanos y empresas. Los Juzgados de lo Social de Almería padecen un atasco endémico por falta de recursos y el resultado son años de espera para solucionar procesos de enorme importancia para los afectados.

Según confirma el juez decano de Almería, el magistrado David Villagrá, estos juzgados están señalando juicios para el año 2026, una dilación inasumible en procesos sobre reclamaciones de cantidad o pensiones.

Almería cuenta con cinco órganos de lo Social en la actualidad, más un refuerzo. La tasa de ingresos de asuntos por juzgado es la más alta de Andalucía junto a la provincia de Málaga, según los últimos informes anuales del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

Cada juzgado soporta una media de 1.300 asuntos al año, casos tan relevantes como despidos, pleitos por accidentes laborales o reclamaciones de pensiones. David Villagrá ya trasladó al TSJA la necesidad de reforzar la planta judicial en lo Social, una medida prioritaria para agilizar la jurisdicción y evitar estás dilaciones en la celebración de las vistas.

Carlos Taramelli, vicepresidente tercero y vocal de Justicia del Colegio de Graduados Sociales de Almería, expone el problema de manera muy gráfica. “Hay ciudadanos que se mueren antes de celebrar su juicio por incapacidad permanente”, lamenta.

Suspensiones

Los Juzgados de lo Social protegen los casos más perentorios con señalamientos a pocos meses, como los despidos, pero algunos procesos vinculados a pensiones o a reclamaciones de salarios sufren una agenda  saturada. 

“La creación de un Juzgado número Cinco ha ayudado, pero se necesitan al menos un Juzgado número Seis y otro de refuerzo de manera urgentísima”, añade Taramelli. El representante del Colegio de Graduados Sociales asegura que el trabajo de los profesionales es notable, pero que la falta de recursos en Almería impide una resolución más ágil. Advierte también de las particulares características del mercado laboral en la provincia.

“El entramado empresarial de Almería hace que haya una alta conflictividad vinculada a la situación de los trabajadores fijos discontinuos. Al ser contratos que dependen de llamamientos, ha generado un marco donde una empresa puede dejar de llamar a un trabajador que venía encadenando contratos temporales y eso genera una gran conflictividad”, resume Taramelli.

“El número de procedimentos de los juzgados de lo Social de Almería es superior a cualquier otro lugar de España, con un retraso histórico”, señala el vicepresidente de los graduados sociales. El TSJA añade un factor menos conocido. En su memoria de 2020, la última publicada, cita expresamente la alta tasa de aplazamientos de vistas, que obligan a volver a fijar fechas. “Existe un alto porcentaje de suspensiones de juicios y vistas, que oscila entre el 38 por ciento de la Jurisdicción de lo Penal y el 63 por ciento de la Jurisdicción de lo Social.  La situación tiene un impacto directo en cientos de ciudadanos almerienses que esperan una solución en sus litigios.