El Ministerio de Interior publicó este lunes su balance anual de criminalidad con datos todavía influidos por la incidencia de la pandemia de coronavirus y las restricciones de movilidad sufridas puntualmente en los últimos meses. Almería acumula cifras negativas. La delincuencia creció en la provincia un 10,5 por ciento durante el ejercicio 2021 impulsada fundamentalmente por los robos, los hurtos y la violencia de agresiones y riñas tumultuarias.
El año pasado se registraron 26.000 infracciones penales el año pasado. Se robaron casi 300 coches y se produjeron 4.500 hurtos, dos delitos de pequeña intensidad pero que tienen un impacto muy importante en la imagen de la seguridad percibida por los ciudadanos.
Ahora bien, los datos más preocupantes provienen de los delitos sexuales. Almería anota un aumento del 2,6 por ciento en los atentados contra la libertad sexual, pero el número se queda corto para reflejar la auténtica dimensión del problema.
La Fiscalía Superior de Andalucía (FSA) alertaba de la tendencia negativa. “Es muy elevado el número de procedimientos que se tramitan por delitos contra la libertad sexual en la provincia de Almería”, señala la Memoria Anual 2021. “Preocupa en esta provincia, como ya reflejara en años anteriores en términos similares, la trata de seres humanos con la finalidad de su explotación sexual, delitos cometidos por grupos organizados y con víctimas muy vulnerables e indefensas”, añade. “Es frecuente que las víctimas de estos delitos sean menores de edad”.
La estadística del Ministerio del Interior ahonda en este problema. A saber, el año pasado se produjeron 47 agresiones sexuales con penetración en la provincia de Almería, casi una violación a la semana, a pesar de la escasa difusión pública de las investigaciones para apresar a los autores por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. El dato supone un aumento del 17 por ciento respecto a 2020, un 64 por ciento respecto al año 2017. En el último lustro el número de violaciones ha crecido todos los años.
Interior no aporta detalles muy profundos de distribución territorial, puesto que solo aborda la situación de los municipios más grandes de la provincia. Con los informes disponibles, se sabe que estas violaciones se perpetraron el año pasado en Almería capital (10 agresiones con penetración), en El Ejido (5 casos), en Níjar (2 casos), en Roquetas de Mar (11 casos) y en Vícar (2 casos).
Y no solo son violaciones, crece el número global de delitos contra la libertad sexual, que incluyen abusos, exhibicionismo, corrupción de menores y diversas situaciones gestadas a través de redes sociales y nuevas tecnologías de la comunicación.
Mayor seguridad A pesar de estas cifras, la Subdelegación del Gobierno hace una lectura positiva del balance de criminalidad y destacó ayer en una nota oficial que la tasa de criminalidad por habitante de la provincia de Almería está “5,6 puntos por debajo de la tasa nacional”.
El Gobierno apunta a una caída de los delitos progresiva desde el año 2010, que describe un escenario de mayor seguridad en la provincia de Almería. El subdelegado del Gobierno de España en Almería, Manuel de la Fuente, ha subrayado la “intensa labor que, a diario, desarrollan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, junto con la policía autonómica y las policías locales para garantizar la seguridad de la ciudadanía, cuyo número de efectivos continúa incrementando el Ministerio de Interior, dando respuesta a su compromiso de reponer la reducción de plantilla producida en años anteriores a 2018”.
Según información facilitada en el Congreso de los Diputados, las plantillas de policías nacionales y guardias civiles subió un 6 por ciento en 2021. La provincia de Almería dispone de 134 agentes más que antes de la pandemia.
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