La Policía Nacional, la Policía Local y los Bomberos desalojaron el mediodía del jueves varios edificios de oficinas y viviendas en el barrio de Oliveros tras detectar una alerta con un artefacto explosivo en el antiguo edificio de los juzgados, en la actualidad ocupado por organismos de la Junta de Andalucía.
Un ciudadano entregó a la Unidad de la Policía Adscrita a la Junta de Andalucía (Policía Autonómica) una granada de mano encontrada de manera fortuita en el interior de una vivienda. Se trataba de un artefacto antiguo, aunque el peligro de una detonación provocó la evacuación inmediata de todo el personal de la sede y los inmuebles colindantes.
“El desalojo preventivo de esta mañana en el edificio administrativo de la Junta de la calle Canónigo Molina Alonso no se ha debido a ninguna amenaza ni aviso de bomba. Los hechos se han producido después de que se trasladara a la Unidad Adscrita de la Policía Nacional, con sede en el mismo edificio, un posible proyectil encontrado en una vivienda”, señalaron fuentes oficiales de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía. “Por recomendación de esas unidades, el edificio fue desalojado temporalmente, lo que se produjo con toda normalidad y sin incidencias”.
En la sede se encuentran las dependencias de la Policía Autonómica, las oficinas de la Delegación de Agricultura y otros servicios asociados al gobierno regional. La alerta se extendió igualmente a la Jefatura Provincial de Tráfico y a los edificios cercanos.
Perímetro de seguridad
Los trabajadores se agolparon en los alrededores a la espera de noticias y los agentes abrieron un perímetro de seguridad hasta que los especialistas del TEDAX pudieran evaluar las condiciones del artefacto, su carga y el peligro. Fuentes de la Comisaría Provincial de Almería comunicaron que los artificieros controlaron la granada sin mayores incidencias. Por su parte, la Delegación del Gobierno anunció el regreso al trabajo poco después.
El TEDAX se hizo cargo del artefacto para su análisis. No ha trascendido las condiciones del proyectil y si quedará en custodia o será destruido de manera controlada (como suele producirse generalmente ante el riesgo con piezas sin explosionar).
El hallazgo de artefactos explosivos como granadas, proyectiles o minas antiguas es relativamente común, de manera especial en movimientos de tierras en lugares donde se produjeron enfrentamientos de la Guerra Civil o existían polvorines.
A pesar del tiempo transcurrido, estas piezas pueden mantener su capacidad destructiva y, a menudo, se convierten en artefactos inestables por la degradación de sus materiales.
Por ello, la recomendación es evitar cualquier contacto o manipulación. El ciudadano debe señalizar su ubicación, tomar distancia inmediatamente (protegiéndose detrás de algún parapeto, edificio o elemento similar) y alertar sin dilación a las autoridades (Guardia Civil 062, Policía Nacional 091, Policías Locales o Emergencias 112). En ningún caso se aconseja transportar las piezas hasta otra ubicación ni llevarlas a un lugar habitado como una sede de oficinas.
Minas, bengalas, granadas y otros proyectiles descubiertos
Los hallazgos de explosivos sin detonar son relativamente frecuentes. En octubre de 2015, agentes de la Guardia Civil y de la Armada Española neutralizaron una bomba descubierta a 900 metros de la playa de El Zapillo, cerca de la boca de entrada al Muelle de Levante del Puerto de Almería. En febrero de 2017 un ciudadano alertó de la presencia de una mina en la arena de la misma playa. Se acordonó, aunque se confirmó como una pieza de prácticas. En enero de 2019, la Policía Nacional explosionó una granada que afloró en las obras en las obras del soterramiento de El Puche. Antes, en 2014, la Policía halló una mina anticarro y siete bengalas marítimas en un trastero.
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