Como se esperaba y deseaba, la lluvia caída durante la madrugada y la tarde del miércoles ha diluido sensiblemente los efectos de la calima, el manto de polvo sahariano que ha cubierto el cielo de Almería desde el pasado lunes.
En el camino ha dejado calles, casas y vehículos cubiertos de polvo y barro y un buen número de personas afectadas, sobre todo las aquejadas de problemas respiratorios.
La Delegación provincial de Salud ha informado de que hasta la mañana de este miércoles se habían atendido en los centros sanitarios de la provincia a 227 personas, aquejadas de distintos problemas de salud, aunque en su mayor parte no han sido por dolencias graves, como ha informado el delegado territorial, Juan de la Cruz Belmonte. Según ha dicho, la mayoría de las personas que han acudido a los hospitales o centros de salud solo habrían sufrido “molestias” que no han necesitado de hospitalizaciones.
En general, la situación de la provincia ha mejorado sensiblemente gracias a la llegada de la lluvia, si bien en el Poniente, atendiendo a los datos de la estación atmosférica en esta localidad, a pesar de que a las nueve de la mañana de este miércoles la contaminación había descendido sensiblemente respecto a la detectada el martes, por la tarde ha vuelto a subir con fuerza.
De esta forma, si el martes la situación en la localidad del Poniente era crítica, con ni más ni menos que 2.461,73 µg/m³ (microgramos por metro cúbico de partículas dispersas en la atmósfera con diámetro inferior a 10 µm, que se consideran peligrosas para la salud en una cantidad superior a 50), según la información del portal meteorológico ‘eltiempo.es’, a las nueve de la mañana de este miércoles bajaba a 724,82 µg/m³, pero a las cinco de la tarde subía a 1.042,61 µg/m³.
21 veces más Esto supone multiplicar aún por 21 el máximo tolerable para la salud humana, que como se ha mencionado es de 50 µg/m³. El martes, los niveles multiplicaban por 50 los límites considerados contaminantes. Esto significa que la calidad del aire en esta zona seguía siendo extremadamente mala y peligrosa para toda la población.
De ahí a que las autoridades sanitarias siguen recomendando, hasta que se vuelva a la normalidad, que se adopten todas las medidas de protección necesarias, que pasan por el uso de mascarillas de máxima protección (a partir de fpp2), la reducción de actividades o esfuerzos en espacios exteriores, y la permanencia en los domicilios el máximo tiempo posible, sin abrir puertas y ventanas y sin ventilar.
En cuanto a las otras tres estaciones atmosféricas de la provincia en las que se miden las partículas dispersas en el aire, todas ellas han registrado este miércoles una reducción significativa de los niveles de contaminación. Esto ha sido así especialmente en la estación de la capital, donde la lluvia de la tarde ha ido bajando progresivamente el nivel de partículas en el aire.
Así, si el martes se alcanzaban los 1.014,29 µg/m³ (20 veces más de lo tolerable para la salud), a las nueve de la mañana de este miércoles eran 472,38 µg/m³, aunque a las cinco de la tarde subían a 571,09 ug/m3, todavía 12 veces más que el límite asumible, si bien todo apunta a que el nivel de contaminación seguirá descendiendo.
En las estaciones de Bédar y Carboneras se han registrado este miércoles los mejores datos de la provincia, pues bajaron de los 763,04 y 959 µg/m³ del martes a 227.89 y 187.25 ug/m3 a las 17:00 horas de ayer, respectivamente.
Probabilidad de lluvia de barro Los expertos del portal especializado en información meteorológica ‘eltiempo.es’ afirman que la calima ha empezado a remitir desde la tarde de este miércoles, de forma que “durante este jueves las mayores concentraciones quedarán en el oeste, y sobre todo, en el área mediterránea, donde aún podría haber algunas lluvias de barro.
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