El juicio contra los dos agentes de la Guardia Civil de Níjar acusados de organizar robos de droga a narcotraficantes pende de un hilo. Un fallo en la grabación de vídeo de la primera jornada genera dudas sobre el desarrollo de la vista oral y abre la puerta a posibles nulidades en el futuro.
El problema tiene difícil solución. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería juzga a seis personas acusadas de tres presuntos robos a traficantes de drogas perpetrados entre febrero y julio de 2020. Los dos guardias civiles están acusados de urdir el plan para perpetrar los ‘vuelcos’.
La primera sesión se celebró el pasado 15 de marzo. En las cuestiones previas las defensas impugnaron las escuchas telefónicas y las grabaciones tomadas con micrófonos por Asuntos Internos en el coche patrulla de los agentes R. y J.
Además, cuatro acusados prestaron declaración y varios de ellos incriminaron a los agentes, especialmente en un presunto robo frustrado en una nave de Níjar donde se cultivaba una plantación de marihuana.
La importancia de esta primera vista es enorme, no solo para la acusación de la Fiscalía sino también para el derecho de defensa de los procesados. Sin embargo, en la grabación de vídeo y audio aparece una sala vacía, según tres fuentes consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA. Las cámaras filmaron una sala equivocada.
El tribunal presidido por la magistrada Soledad Jiménez de Cisneros ha optado por repetir toda la primera sesión y mantener tal cual el resto de la práctica de la prueba ya celebrada. Y no es poco. Durante media docena de sesiones, la Audiencia Provincial ha visto, entre otras cosas, la declaración de los dos presuntos guardias civiles corruptos, la comparecencia de los agentes encargados de la investigación, testigos y una larga lista de escuchas telefónicas y grabaciones (todas ellas reproducidas en sala).
El problema radica en posibles cambios en la declaración de los cuatro acusados respecto al primer día. Esto afectaría directamente al resto del proceso, que ya se ha celebrado y que quedaría comprometido. La repetición del juicio implicaría también la búsqueda de nuevas fechas y una decisión incómoda, a saber, la puesta en libertad o la continuidad en prisión de los dos guardias civiles acusados.
Acusación
R. y J. se enfrentan a peticiones de 20 años de prisión por urdir presuntamente tres ‘vuelcos’ de droga en la provincia de Almería, gestados gracias a su labor como agentes del puesto de la Guardia Civil en Níjar. La Fiscalía Antidroga solicita penas por siete presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, falsedad documental, robo con fuerza, contra la salud pública y revelación de secretos.
Les acusa de “planear las actuaciones delictivas aprovechando su conocimiento” e “instruir al resto de procesados a fin de que en los ‘vuelcos’ planeados fingiesen ser guardias civiles”, según el escrito.
Se describen tres presuntos episodios, a saber, la captura del camión con marihuana en la A7 el 26 de febrero, un intento de robo en una nave de Níjar donde se cultivaba marihuana en junio de 2020 y el robo de 19 kilos de resina de hachís el 11 de julio.
La operación se produjo durante los meses más duros de la pandemia. Según la acusación, los agentes desconectaron el sistema de seguimiento GPS del coche patrulla para evitar dejar huella de su ruta. Asuntos Internos instaló micrófonos en el vehículo. Las defensas piden que se haga una pericial de las voces para acreditar que eran ellos y no otros guardias.
La incertidumbre de los futuros recursos
La complejidad del juicio a los dos presuntos agentes corruptos y el último error informático abren una nueva vía en los recursos. El caso estaba abocado a la apelación al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), pero la repetición de la primera sesión introduce un nuevo factor de incertidumbre.
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