Adelantan a este año el juicio del profesor que pide jubilarse a los 60

El Juzgado lo había fijado en principio en 2026, cuando el docente tendría 64 años

El profesor Antonio Fernández Pérez.
El profesor Antonio Fernández Pérez. La Voz
Miguel Cabrera
18:26 • 28 abr. 2022

El Juzgado de lo Social número 2 de Almería ha adelantado al 7 de noviembre de este año el juicio del procedimiento abierto por el profesor de Secundaria Antonio Fernández Pérez frente al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para reclamar la jubilación anticipada a los 60 años. Como ha informado este diario, el Juzgado había fijado inicialmente la vista para finales de enero de 2026, es decir cuando el docente tendría 64 años



Tras la publicación de esta información, su defensa, una abogada de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), reclamó el pasado jueves 21 el adelanto, y solo un día después, el viernes 22, el Juzgado emitió un decreto en el que ha acordado adelantar la vista a la fecha ya mencionada. En sus fundamentos de derecho, el decreto señala que el cambio se justifica en el “fin de garantizar una tutela judicial efectiva”.



Y es que, como había lamentado el profesor, y como es obvio, en el mejor de los casos y aún con una sentencia positiva en 2026, de nada le serviría, puesto que ya prácticamente habría alcanzado la edad que le correspondería para jubilarse como interino e inscrito en el Régimen General de la Seguridad Social.



En cambio, los funcionarios incluidos en el Régimen de Clases Pasivas del Estado, en este caso profesores con plaza y oposiciones aprobadas antes de 2011, pueden jubilarse voluntariamente a los 60 años si tienen reconocidos 30 años de servicios al Estado.



"Discriminación"



En la actualidad, Fernández, es profesor de Música en el IES San Isidro de Níjar y tiene 60 años y trabajados más de 33 , por lo que considera que es víctima de una “clara discriminación” respecto a los profesores con plaza, a pesar de que él ha realizado exactamente el mismo trabajo.



El profesor ha expresado su satisfacción por la modificación de la vista, y se muestra confiado en ganar el juicio, puesto que, a su entender, es una cuestión de justicia.



Baja y alta médica

Pero la fijación del juicio dentro de cuatro años no ha sido el único revés para el profesor con la Administración en los últimos meses, en los que, según denuncia, se ha visto obligado a reincorporarse a su trabajo pese a padecer de “ansiedad, depresión e hipertensión” motivada por cuestiones personales, por lo que tiene que tomar ansiolíticos y antidepresivos, es decir, por “cuestiones muy graves de salud mental”. “Mi psiquiatra me llegó a decir que el médico de familia tendría que darme la baja inevitablemente cuando viera que incluso había aumentado las dosis por mi situación en la última revisión”, dice el profesor.


Pese a ello, añade, tanto una médica de familia como la Inspección del INSS han venido a decirle que solo tiene “un problema administrativo” -es decir, el causado por la negativa a la jubilación anticipada-, de forma que tras permanecer dos meses de baja, desde octubre a diciembre de 2021, se le dio el alta “en contra de los informes de Salud Mental”. “La médica llegó a decirme que a ella también le gustaría jubilarse a los 60 años”, dice el profesor.


Pero esto no es todo, porque más tarde, ya este año, la Inspección le anuló de forma “fulminante” una baja posterior emitida por otra médica por una dolencia diferente, una lesión en la espalda ( padece una cervicoartrosis y estenosis de canal). Ciertamente, la Inspección había comunicado que cualquier baja posterior al alta de diciembre de 2021 debería tener la autorización de la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades, y había precisado que aún si una baja era emitida por el médico de cabecera, sería nula sin dicha autorización. 


Sin embargo, Fernández argumenta que esta baja fue emitida por una causa diferente (una lesión en la espalda) a la anterior (cuestiones de salud mental), por lo que no entiende de ninguna manera esta anulación. “Estoy siendo objeto de un abuso de poder manifiesto y de una clara prevaricación por parte de la Inspección y de la Delegación provincial de Salud”, proclama.


Salud mental

“Raro es el día en el que no oímos en televisión hablar de la salud mental, los especialistas y tertulianos se ponen muy exquisitos diciendo lo importante que es, el gran trabajo que se hace desde los centros hospitalarios, etc. Luego le toca a uno vivir una situación como la mía y llega a la conclusión de que todo es mentira, hipocresía y palabrería barata. Por lo visto, si no hay suicidio no hay problema mental creíble; sí, suena fuerte, pero es así. Yo hago responsable a la Atención Primaria recibida en su momento y a la Inspección Médica de los problemas que pueda originar en mi centro de trabajo y del agravamiento que mi estado pueda experimentar”, expone.


Y es que, por ejemplo, dice haberse visto obligado durante todo este curso a conducir bajo los efectos de los ansiolíticos y antidepresivos que está tomando por prescripción médica. “No se puede tener así a una persona”, concluye.



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