Un banco de muestras de ADN de los fallecidos

La identificación de los fallecidos supone un auténtico reto para las fuerzas policiales y judiciales implicadas en la recepción de los cuerpos. El Instituto de Medicina Legal (IML) recoge muestras de ADN para introducirlas en una gran base de datos sobre personas anónimas, a la espera de poder cotejarlas en el futuro con familiares directos.

Esta es la principal herramienta para poner nombre a las víctimas de la ruta migratoria, aunque rara vez funciona, teniendo en cuenta las condiciones de los viajeros y sus orígenes tan lejanos.

Esta semana un centenar de organizaciones sociales ha presentado una campaña para exigir medidas “para garantizar los derechos de las personas muertas y desaparecidas en la frontera sur y los de sus familias”.

Entre sus propuestas contempla crear una oficina que asegure atención integral a las familias, convenios con los países de origen o un protocolo para el banco de ADN, según la información difundida por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).

“Ese sufrimiento no es solo por no poder hacer el duelo o por la incertidumbre de desconocer qué ha ocurrido, sino también, porque afecta a muchas cuestiones de la vida cotidiana como los derechos sucesorios o la posibilidad de rehacer la vida en el caso de personas casadas”, apostillan.

“La falta de transparencia por parte de la administración hace que las familias dependan de la buena voluntad del funcionariado para conocer el paradero de sus familiares que, en muchas ocasiones, se entierran con el nombre de ‘desconocido’ o de ‘inmigrante’, despojándoles así de toda dignidad”.

Entierros
El Ayuntamiento de Almería contempló para el año 2022 un presupuesto de 7.000 euros para los llamados ‘entierros de beneficiencia’, que dan descanso a los cuerpos sin reclama en este término municipal.

Generalmente las autoridades judiciales establecen un periodo para la identificación de los restos y su reclamación por parte de familiares y allegados. Los cuerpos de los fallecidos quedan temporalmente en el depósito hasta que los jueces dan luz verde para las inhumaciones.