El cuento de nunca acabar: los balonazos a la Catedral

La Asociación de Vecinos del Centro Histórico reclama al Ayuntamiento espacios para jugar

Plaza de la Catedral de Almería.
Plaza de la Catedral de Almería.
Manuel León
00:01 • 13 jul. 2022 / actualizado a las 09:52 • 14 jul. 2022

Generaciones enteras de niños del centro histórico aprendieron -siguen aprendiendo- a chutar como Kubala antes, como Kempes después, como Lazo ahora- contra una portería de cinco siglos en los que los postes son los contrafuertes renacentistas de Juan de Orea. No debe haber muchos casos de monumentos nacionales en España o en Europa que hayan recibido tantos balonazos como la almeriense Catedral de la Encarnación. Como una fuente de la que no deja de manar agua,  los sillares del templo no dejan nunca de recibir su dosis de disparos diarios desde la primera o segunda palmera, con Diego Ventaja como espectador omnipresente. La Asociación del Casco Histórico ha reclamado, por ello, protección para la Seo almeriense, el primer monumento de la provincia con permiso de la Alcazaba. “Todos hemos viajado y ni en la Catedral de Sevilla o la Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba se permitirían balonazos en sus muros históricos”, aseveran desde este colectivo vecinal. Añaden que es difícil, a veces, caminar por el lugar sin el riesgo de un trompazo de balón.



La Asociación aclara que no se trata de impedir que los niños del barrio, ya de por sí envejecido, jueguen. Se trata de que el Ayuntamiento cree espacios para que los niños puedan jugar. La zona cuenta con un gran número de solares vacíos que se podrían habilitar para los juegos infantiles.



El Casco Histórico, en la zona de la catedral, es el único área de la Ciudad de Almería sin una sola instalación deportiva para niños o mayores. 








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