La justicia española ha rechazado la extradición de un presunto narcotraficante de origen marroquí asentado en la provincia de Almería y buscado por Interpol por participar en transportes de hachís a gran escala. El sospechoso es un varón de 35 años de edad, nacido en la ciudad de Beni Ansar (sur de Melilla) y con permiso de residencia legal en España. Se le vincula con dos operaciones de desembarco de hachís en los años 2016 y 2017, aunque las acusaciones son más extensas.
El Tribunal de Apelación de Nador reclamó su captura el pasado 3 de diciembre para comparecer en un juicio por tráfico de drogas y, poco después, Interpol dictó una orden internacional de detención con el foco puesto en España.
La imputación trascendía del ‘simple’ transporte de hachís. Se le conecta con “una banda criminal especializada en la tenencia y exportación de drogas, facilitación de uso de las mismas a favor de terceras partes en concepto oneroso, complicidad de convenios colectivos con el objetivo de tráfico de drogas tenencia de coches con placas de matrícula falsas, consumo de drogas fuertes, cocaína, soborno y complicidad en ello”.
La orden internacional cristalizó en la detención del presunto traficante el pasado 31 de enero en Almería, pero paradójicamente no en la repatriación a Marruecos porque la Audiencia Nacional considera que no se ha justificado debidamente la imputación.
Esto es, el joven pasó a disposición del Juzgado Central de Instrucción número Cinco de la Audiencia Nacional y el 1 de febrero quedó en libertad provisional con medidas cautelares de comparecencia y localización. Al no tener una causa abierta en España, no tuvo problemas para sortear la prisión preventiva.
Conexiones
Marruecos presentó en su contra las declaraciones de dos narcos implicados en la introducción de alijos de hachís mediante lanchas neumáticas. En uno de los procesos la organización estaba en tratos con un conocido traficante de la zona de Adra, ahora en prisión y responsable de algunos de los mayores alijos en municipios del Poniente de Almería.
Además, según la orden emitida por Interpol, el joven reclamado a España fue señalado por dos traficantes (arrestados durante investigaciones en Marruecos) como implicado en “una red internacional organizada especializada en el tráfico de drogas (..) barcos neumáticos dedicados al tráfico de drogas por vías marítimas”.
La detención de fugitivos del norte de África en la provincia de Almería es relativamente común, especialmente en los controles de los filtros fronterizos. Más problemática es la extradición de traficantes refugiados en el sur de España. En ocasiones la existencia de procesos judiciales en su contra en el país impide la repatriación a Marruecos y, en otras, el país no es capaz de presentar indicios sólidos y garantías procesales que permitan a España cumplir los postulados de los acuerdos internacionales en materia de colaboración policial y extradición. Además, sobrevuela la protección de la información obtenida en las investigaciones, siempre bien protegida de personas ajenas.
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