Una democratización de la generación de electricidad

Mañana jueves 20 de octubre a las 18:30h en la Asociación de instaladores de Almería (ASINAL) en la calle Benitagla, 38, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (ANPIER) celebra la XXI jornada de la V Edición del Camino del Sol, un recorrido por todas las Comunidades Autónomas del Estado español para promocionar la generación fotovoltaica y recordar la transcendental labor que realizaron las 65.000 familias pioneras fotovoltaicas. Hablamos con Miguel Carra, delegado de Anpier en Andalucía.

¿Qué es Anpier y qué representa?

Anpier es una asociación nacional de pequeños y medianos productores de energía fotovoltaica cuyo principal objetivo, desde su constitución en 2010, ha sido la defensa o restablecimiento de los derechos reconocidos a estos productores, concretados en las 62.000 familias pioneras fotovoltaicas que impulsaron el sector y gracias a las cuales hemos llegado hasta aquí.

¿Cuáles fueron estos derechos que menciona y en qué consistían?

Estas familias, acudieron a un llamamiento del estado, publicado en el BOE y difundido por el IDAE, para captar más personas, a través de la campaña “EL SOL PUEDE SER TUYO”, para desarrollar la tecnología fotovoltaica, que en esos momentos tenía unos costes altísimos, y destinaron sus ahorros en una inversión ética. Sin embargo, estos inversores pioneros, en su mayoría clase media trabajadora, sufrieron recortes retroactivos que supusieron pérdidas de entre un 35 y un 50% de los ingresos comprometidos.

¿A qué se debieron estos recortes de los que habla?

El Gobierno de aquel momento, lejos de reconocer nuestra trascendental labor de desarrollo de la generación fotovoltaica, y por tanto de una energía limpia, autóctona y barata, nos acusó del famoso déficit de tarifa y se comenzaron a aplican abusivos recortes retroactivos que modificaban las condiciones en un principio garantizadas. Solo a los inversores internacionales se les ha reconocido ese daño que supuso esa gestión regulatoria.

¿Esa es entonces la lucha de Anpier, que se reconozca el daño a estos pioneros?

Efectivamente, desde la constitución de la asociación se ha luchado por diferentes medios para que esta situación de las familias fotovoltaicas sea reconocida, enmendada y compensada, tal y como están logrando los inversores internacionales.

A parte de lo mencionado y respecto al panorama actual del sector, Anpier defiende una democratización de la generación de electricidad, a través de un acceso pleno y real del ciudadano y sus pymes a esta.

Hábleme de esta democratización, ¿a qué se refiere concretamente?

Esa democratización trata de poner al ciudadano medio en el centro de la transición energética como protagonista de ella, antes que las grandes empresas eléctricas o inversores de macroparques solares, y de que los beneficios reviertan en las economías sociales. Desde Anpier apostamos y defendemos que la penetración de las energías renovables, en general, se haga de una forma responsable, sostenible, con el menor impacto ambiental y de la que podamos beneficiarnos todos. Por ello reivindicamos la generación social y distribuida, es decir, los pequeños parques de generación de hasta 5MW, el autoconsumo y las comunidades energéticas.

Respecto a eso último que comenta, según se ha conocido, en Andalucía se están tramitando varios grandes proyectos, ¿Cómo afecta esto a esa democratización?

Efectivamente, la situación en Andalucía es preocupante porque el acceso y la conexión a la red se encuentra cerrado, no existiendo capacidad disponible, lo que bloquea los pequeños y medianos proyectos locales de generación distribuida. 

Este acceso se ha otorgado a megaproyectos que suponen un serio impacto en el medio, de los que, además, se benefician muy pocos. Esto es lo que ha pasado en la subestación de La Ribina, en Almería, todavía sin construir y ya sin capacidad, al haberse autorizado varios megaproyectos a una gran compañías eléctrica, antes incluso de que fuese publicada la capacidad de dicha subestación.

Por casos así, desde anpier pedimos a las autoridades competentes que reserven un porcentaje de potencia tanto en los nudos de Red Eléctrica como en las Subestaciones de distribución, para los pequeños y medianos proyectos, que como ya he mencionado son más sostenibles, impulsan el desarrollo económico de las zonas locales y suponen una inversión rentable para el ciudadano medio andaluz.