Los celadores “realizarán excepcionalmente aquellas labores de limpieza que se les encomiende cuando su realización por el personal femenino no sea idónea o decorosa en orden a la situación. emplazamiento. dificultad de manejo. peso de los objetos o locales a limpiar”.
Así reza respecto a las funciones del celador, literalmente, el apartado tres del artículo 14 del Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social, hoy aún en vigor a pesar de que data del año 1971, es decir de tiempos de la dictadura franquista.
Ese artículo 14 recoge, entre otras, las funciones de los celadores de la Sanidad pública, y por tanto las que en teoría deberían cumplir todavía en Andalucía los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Aunque obviamente artículos como este están muy superados por la realidad, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Almería ha aprovechado que este sábado se celebra el Día del Celador para reivindicar esta figura y, de paso, reclamar la reclasificación y revisión de sus competencias, una vez que las recogidas en el texto legal de 1971 “son discriminatorias y sexistas y no se corresponden con la realidad, ni con la necesidad asistencial en los centros del SAS”.
El sindicato ha recordado que ya el pasado mes de marzo denunció esta situación ante la Junta de Andalucía, y posteriormente, en mayo ante el Defensor del Pueblo Andaluz. “Dichas funciones preconstitucionales están obsoletas y en ellas se refleja que la figura del celador recae en el hombre, puesto que no es hasta los años 80 cuando se incorpora la mujer a este colectivo, si bien en la actualidad el número de celadoras supera al de celadores, por lo que dichas funciones necesitan urgentemente una actualización”, expone el sindicato.
Solo hombres
Efectivamente, el artículo 14 del Estatuto se refiere exclusivamente a los celadores como hombres, como muestran las funciones recogidas en otro apartado: “Excepcionalmente, lavarán y asearán a los enfermos masculinos encamados o que no puedan realizarlo por sí mismo. atendiendo a las indicaciones de las Supervisoras de planta o servicio o personas que las sustituyan legalmente en sus ausencias”. Este es el apartado 14, pero el 15 también puede servir de ejemplo: “En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a los enfermos masculinos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas zonas de su cuerpo que lo requiera”.
Pero además de abogar por estos cambios, CSIF también reclama un mayor reconocimiento social y profesional para “un colectivo indispensable para el buen funcionamiento de la sanidad pública, en cualquier proceso asistencial, a pesar de no ser tan visible como otras categorías profesionales como médicos y enfermería”.
“Los celadores, que suman 377 en la provincia de Almería, más de 5.500 profesionales en la sanidad pública andaluza, son los encargados del traslado y movilización de usuarios y pacientes, documentación y materiales en centros sanitarios, y han de estar presentes en cualquier proceso asistencial”, expone el sindicato en una nota.
La CSIH ha querido abanderar así una serie de reivindicaciones históricas para dignificar la labor del colectivo de celadores, que a su entender es “una de las categorías que más ha sufrido la precariedad y los recortes en los últimos años”, y para la que demanda una oferta de empleo acorde a las necesidades reales de las plantillas, tanto en Atención Primaria, como en hospitales.
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