La Semana Santa de Almería no sufrirá los efectos de las borrascas este año, aunque sí un carrusel de cambios en las temperaturas. Desde este domingo y hasta el martes los termómetros experimentarán un descenso generalizado que afectará a todas áreas de la provincia, con registros que oscilarán entre los 20 grados de la capital y los quince de los pueblos del interior.
Es un cambio de escenario con respecto a lo ocurrido a lo largo de esta última semana en la que el calor se ha enseñoreado de la geografía almeriense. Unos días extraordinariamente cálidos, con temperaturas muy por encima de las habituales para estas fechas del año, según indica Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas.
Precedentes
Tanto el jueves como el viernes e incluso este sábado se midieron máximas de más de 20 grados en el tercio sur provincial y de sobre 25 en el resto, incluidos los pueblos situados a mayor altitud. Incluso en el Valle del Almanzora las temperaturas se situaron por encima de los treinta grados.
Sin embargo el sábado comenzó a producirse un descenso generalizado de temperaturas que, según Romay, se extenderá hasta el martes santo, con registros entre los 15 y los 20 grados en la mayor parte de la provincia. Será la tónica en la primera mitad de la semana, con cielos que alternarán nubes y claros, pero sin que se produzcan precipitaciones.
Vuelve el calor
Sin embargo, a partir del miércoles se espera el regreso del calor, de nuevo poco habitual para esta época del año. La subida de las temperaturas será notable en todas las comarcas y se producirá de forma gradual hasta registros próximos a los de los días previos a la Semana Santa.
La salvedad la presentan la capital y sus cercanías y la comarca del Poniente, donde los termómetros subirán en mayor medida que en el resto de la provincia ya que el viento rolará a levante, aunque no soplará con fuerza, pero traerá ambiente más sofocante.
La amenaza de lluvia
Durante el miércoles y el jueves, considerados ‘días grandes’ de la Semana Santa almeriense, se mantendrá la estabilidad, tanto climática como en cuanto a las probabilidades de lluvia, prácticamente nulas. Sin embargo a partir del Viernes Santo y hasta el Domingo de Resurrección cabe la posibilidad de que se produzcan chubascos (eso sí, débiles y aislados) en cualquier punto de la provincia.
Según explica Eduardo Romay, “decimos sólo que ‘cabe la posibilidad’ porque en el momento de hacer este pronóstico los datos son aún muy inciertos, ya que los modelos meteorológicos muestran escenarios que se mueven desde los más estables hasta algunos bastante inestables”.
Bloqueo escandinavo
El meteorólogo almeriense coincide en los pronósticos con los realizados por la sociedad Meteored para estas fechas, ya que según Samuel Biener, experto de esta red de análisis, se podría mantener la estabilidad durante toda la semana, o bien puede darse un giro hacia el final de la Semana Santa como consecuencia de un ‘bloqueo escandinavo’ que empujarían a las borrascas más al sur o establecerse una ‘circulación retrógrada en el borde meridional del anticiclón.
Con esa situación y de mantenerse ese hipotético escenario, las lluvias podrían extenderse por bastantes zonas del país ya que las borrascas y los descuelgues tendrían facilidad para llegar a latitudes más al sur de lo habitual. En cualquier caso ni Romay ni Biener esperan que esas precipitaciones sean importantes en el caso de la provincia de Almería y, en cualquier caso, prácticamente no llegarían hasta el próximo fin de semana.
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