El PP consigue en Almería su mayor triunfo nacional

Según él mismo cuenta, hace unos meses el presidente del PP de Almeria, Javier Aureliano García, le hizo a su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, y también a su 'jefe' en Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, una promesa: la provincia de Almería le brindaría al Partido Popular una de sus mayores victorias (en términos relativos, se entiende) en toda España en las elecciones del 28-M. Apenas un par de horas después de cerrarse las urnas este domingo, los resultados ya dejaban ver con claridad que el dirigente de los populares almerienses y su equipo no solo habían podido cumplir el compromiso con Feijóo y Moreno, sino que lo habían superado con creces. Almería no ha sido una de las que más ha contribuido al éxito electoral del partido a nivel nacional, sino, sencillamente, la que más. 

Los datos tras el recuento de todas las urnas arrojan un resultado histórico para el PP de Almería, que ha logrado anotar en su haber el 48,17% de los votos emitidos por los almerienses. No ha habido ninguna otra provincia española donde el porcentaje haya llegado tan alto. Las que más se le acercan son Salamanca y Segovia, con un 47%, y Lugo y Málaga, con un 44%. Los populares almerienses han rozado el hito del apoyo de casi la mitad del electorado gracias a que un total de 139.000 sufragios han sido para alguna de las candidaturas populares a los 103 ayuntamientos de la provincia. Con ello, el equipo dirigido por Javier Aureliano García ha conseguido así sumar cien concejales más que en las elecciones municipales anteriores y situar la representación municipal del PP en Almería en 515 concejales, una cifra nunca alcanzada hasta ahora. 

Los resultados son todavía más llamativos si se comparan con los de sus 'rivales' electorales, pero, especialmente, con el otro gran partido de gobierno de entre todos los que componen el tablero político: el PSOE. Los socialistas han tenido durante décadas un notable poder municipal en Almería, especialmente en los municipios de tamaño medio y pequeño del interior. Pero en esta ocasión, el PP no solo se ha impuesto en algunos de los más significativos para el PSOE, como Purchena, Zurgena, sino que tiene altísimas posibilidades de gobernar en bastiones como Níjar, Carboneras o Garrucha.

Esto es consecuencia de una sangría de votos para los socialistas, que han perdido más de 20.000 en toda la provincia y, lo que es más relevante, el PP le ha sacado en esta ocasión una ventaja de veinte puntos porcentuales, una brecha electoral de enormes dimensiones. Y es que el diferencial entre el 48% de apoyo recibido por el partido azul y el exiguo 28,8% que han tenido los socialistas es, también, el mayor que se ha producido en cualquiera de las provincias españolas entre el PP y cualquier otro partido.