“Mucha gente me ha dado las gracias por haberme atrevido aquí con algo así”

Bruno Delgado es un profesional todoterreno que ahora diseña y produce desde Almería

Bruno Delgado Ibarra, ilicitano en Almería desde hace veintidós años.
Bruno Delgado Ibarra, ilicitano en Almería desde hace veintidós años. La Voz
Rosenda Mirón
20:01 • 03 jun. 2023

Esta es una entrevista atípica. Su protagonista no abre un comercio que ha despertado mucha simpatía entre los almerienses, sino que lo cierra (solo su tienda física, sigue activa la online). Quedamos en el local ya clausurado, suena Loquillo y su Cadillac solitario. Bruno se confiesa un poco invadido por la nostalgia esa mañana ante la frialdad de las paredes casi desnudas ya de sus originales calcetines, pero comienza a hablar con enorme pasión de la vida, mezclando emociones con calidad de tejidos. Este es el perfil de un emprendedor de mente inquieta autodidacta en casi todo, incluso en técnicas de relajación que utiliza para calmar ese cerebro que no para de bullir.



Ha trabajado en la noche levantina en su máximo apogeo, vendido coches,¿cómo le dio por esto de los calcetines?



Hago ciclismo y siempre he tenido un problema con los calcetines, se me bajaban y eso lo odio, no lo soporto, me cambiaba hasta el carácter y dije, eso no me va a volver a pasar.



Pero no se ha dedicado siempre a pensar en mejorar calcetines ¿no?



La primera vez que me vino algo a la cabeza del calcetín, se me ocurrió ¿y si vendo calcetines? fue en 2015 más o menos. Creé mi logo incluso, todo mientras trabajaba, lo hacía por las noches. Me gustaban mucho y antes era muy difícil conseguir calcetines diferentes, había que hacerlo fuera de España.



Un negocio arriesgado en tiempos difíciles.



No sabía ni a quién recurrir para empezar, mis amigos me decían que estaba loco, pero yo decía que no, que había que hacerlo. Ante cuando los reyes te traían calcetines…era  un regalo malo, un artículo tirado por los suelos, y ahora según qué calcetín te regalen es un regalazo, que puede cambiar tu estado de ánimo. Hay que cuidar los pies, mucha gente se gasta cien euros en un zapato y tres en un calcetín, ¡pero si el calcetín es la piel!



¿Merece la pena tener una tienda física hoy en día y no solo online?

Sí, para mí es importante tenerla. Yo creo en el negocio de calle, en el trato directo con la gente, me encanta eso. Cierro para centrarme en la producción, que necesita mi atención, pero soy defensor de la tienda física.


¿Son diferentes las personas que compran online de las que lo hacen en tienda?

Eso es algo que me ha sorprendido. Yo pensaba que era para un público joven, que es quien me compra online, entre veinticinco y cuarenta y cinco años. En la tienda, física aumenta mucho el rango de edad, de cuarenta a sesenta años. He tenido un montón de señoras que compraban calcetines todas las semanas. Al principio no se atrevían con los dibujos pero al final cambian el chip. 


¿Es un acto de valentía abrir un negocio actualmente?

A lo mejor es eso lo que me animó, llegar y hacer algo que no esperaba nadie. Todo el mundo en crisis, sin dinero, pero yo pensé “monto esto y si no funciona qué pierdes”, yo no tengo miedo al fracaso, mucha gente no se atreve por miedo a su propio orgullo, al qué dirán. Yo no considero que fracaso, sino que simplemente aprendo, no soy un genio en nada. Cada día que me levanto y sigo trabajando para mí ya es un éxito, no hay que demostrar a nadie que has montado un negocio y ahora tienes un Lamborghini, ¿para qué?


¿Qué se considera? ¿Vendedor, creador, empresario?

Empresario no me siento, estoy cumpliendo un sueño, puedo decir un emprendedor, no he conseguido nada todavía, estoy en el camino. Soy una persona extremadamente curiosa que se fija en cosas en las que los demás no, simplemente. 


¿Es Almería un buen sitio para hacer lo que usted hace?

Sí, claro. Mucha gente me ha dado las gracias por haberme atrevido aquí con algo así, que parece a veces que a Almería no la dejen evolucionar. Las grandes superficies aquí engullen todo.


Pero hay muchas ciudades donde conviven exitosamente con el pequeño comercio.

Depende mucho de cómo se gestiona por parte de los gobiernos de las ciudades. Por ejemplo en mi ciudad de origen, Elche, allí el centro es completamente peatonal. Allí al centro comercial va muy poca gente, pero el centro está a tope de gente y con todo tipo de negocios, no cabe un alma. Creo que aquí deberían cerrar el Paseo, al menos el fin de semana. Al final nos acostumbramos a todo, no pasaría nada.


Una mente inquieta como usted ¿Cómo o cuándo se inspira mejor?

Las mejores ideas se me ocurren pedaleando, es una especie de trance, hago mi pasión que es lo que me gusta, el ciclismo y estoy solo, sintiendo el aire. Llego nuevo de mente. Necesito mi momento para luego dar el 100%


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