Cientos de vecinos del barrio de Regiones de la capital almeriense vuelven a sufrir este verano, al igual que les ha sucedido desde hace cuatro años, apagones del suministro eléctrico a diario, en ocasiones de muchas horas de duración, que les están provocando graves perjuicios y pérdidas, sobre todo a establecimientos de hostelería.
Varios de los afectados se han dirigido a este periódico indignados después de que el pasado lunes estuvieran sin luz durante unas diez horas, lo que obligó a varios bares de la zona a cerrar durante prácticamente toda la jornada. Fue el caso de Manuel González, propietario del Café Indalín, quien se lamenta de que “todos los veranos pasa la misma historia”.
Manuel calcula que el verano pasado las pérdidas por los apagones le supusieron entre 2.000 y 3.000 euros, puesto que no es solo el tiempo que tiene que cerrar cuando se producen, sino que muchos productos se echan a perder. El año pasado, Manuel perdió en una ocasión todos los helados que tenía en el congelador, valorados en más de 600 euros.
Después del lunes, cuando la luz se fue en una zona que según los vecinos puede afectar a unas 400 personas, pues la electricidad falla por fases en determinadas manzanas del barrio, especialmente en la zona media de la calle Santiago, los apagones han vuelto a producirse a diario. “
En horas clave
Siempre vienen en las horas clave, en torno a las dos de la tarde, y cuando hay suerte vuelve sobre las cinco”, dice Inmaculada, que regenta el Café Bar Mar y Tierra. Ella también hace hincapié en que los apagones producen muchos más daños que los cierres temporales en las horas sin suministro. En su caso, lamenta que en este verano ya han provocado una avería en el aire acondicionado y la rotura de 14 focos de luz. Y este lunes tuvo unas pérdidas de al menos 1.000 euros, pues tuvo que tirar carnes, pescados, mariscos y congelados.
Según cuenta, los fallos en la red se producen desde que hace cuatro años se produjera un incendio en el transformador que les suministra la electricidad a las viviendas afectadas. “El problema es que no invierten los que tienen que invertir para garantizar el suministro”, dice Manuel González.
Enganches ilegales
Otro vecino de la zona advierte de que todo el barrio sabe también que “el problema es el gran número de enganches ilegales que existen en esta zona, muchos de ellos destinados al ‘servicio de mantenimiento’ de plantaciones de marihuana.
“En mi bloque hay un vecino que utiliza su vivienda, que además está ocupada, para una plantación de marihuana, y ya ha puesto cuatro aparatos de aire acondicionado con sus correspondientes enganches ilegales”, afirma el propietario de un negocio.
"El técnico"
“A este hombre se le conoce en el bario como ‘el técnico’. Y es que según este mismo empresario, “cobra 30 euros por enganchar ilegalmente a la electricidad a quien quiera, sobre todo a otros okupas de la zona”. Él mismo es, además, quien instala todos los aparatos de aire acondicionado en las azoteas y terrados del barrio a plena luz del día y sin que hasta el momento nadie le haya puesto ningún obstáculo.
“Quienes ponen los enganches y cometen estos abusos se aprovechan de que muchos de sus vecinos son personas mayores que prefieren no complicarse la vida denunciándoles”, expone otro vecino.
Los afectados afirman que tanto las compañías de electricidad como el Ayuntamiento y la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, están al tanto de todo lo que están sufriendo, pero de momento no se ha puesto en marcha ninguna medida para poner solución al problema.
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