“Una partida de ajedrez puede ser como firmar una obra de arte”

José Maldonado (Albox, 1955) o Pepe para casi todo el mundo, es un hombre tranquilo. Pero su tranquilidad es engañosa, pues tras ella se esconden innumerables inquietudes que no se quedan en eso, ya que las lleva a cabo y ejecuta concienzuda y meticulosamente. Catedrático de matemáticas, amante de la fotografía, fan incondicional de los Beatles y ajedrecista consumado ha escrito dos libros y se ha enfrentado en el tablero blanco y negro a nada menos que algún campeón mundial como M. Gasparov. Un hombre casi renacentista en nuestra Comarca del Almanzora.

¿Cuándo empezó a jugar al ajedrez?

Éramos adolescentes y jugábamos entre nosotros, los amigos. Teníamos el Círculo Mercantil de Albox, donde veíamos a los mayores, ellos practicaban y nosotros lo veíamos y empezamos a aficionarnos. Recuerdo especialmente el match del campeonato del mundo entre Fischer y Spassky en 1972, aquello supuso para nosotros algo impactante y nos hizo aficionarnos mucho más.

Incluso se animaron a crear un torneo.

Efectivamente. Vicente Bonil era uno de los jugadores que veíamos en el Círculo, mítico, y falleció por aquellos años, así que al torneo que empezamos a organizar en el año 76 le llamamos Vicente Bonil, este año celebramos la edición número 45.

Usted sigue ganando premios y torneos.

Como veterano senior, mayor de 65 y jugador persistente, dentro de esta categoría he sido cuatro veces campeón provincial de Almería . Soy un enamorado del ajedrez, juego cada día, sigo con esa pasión. En Garrucha por ejemplo, de veraneo, hemos contactado un grupo de veraneantes y todas las tardes quedamos a las cinco y echamos nuestras partidas hasta las ocho.

¿Qué es lo apasionante del ajedrez?

Es una herramienta educativa que aporta muchos beneficios en todos los tramos de edades: lógica, creatividad, toma de decisiones, planificación, visión espacial.. en los adultos ayuda además a mantener despierto ese cerebro al que hay que ir estimulando para que no se duerma y aparezcan las enfermedades que tememos en estas etapas. 

¿Qué le aporta a usted?

Yo busco simplemente la satisfacción que da hacer una obra de arte, porque una partida en la que uno llega a crear una serie de remates y jugadas es de una belleza que satisface mucho cuando la contempla y puedes firmar una obra de arte, diciendo aquí dejo esta partida inmortal para la posteridad.

Ha escrito usted dos libros nada menos.

Lo que yo soy sobre todo es un lector, todos los días leo al menos un par de horas. Cuando me jubilé fue un reto que me puse, pensé si sería capaz de esto que a mí me gusta plasmarlo en papel. Tuve el atrevimiento de hacer la primer novela La Sociedad. Los Iluminados de Albox sin más pretensiones que agradar a los lectores de la zona. Seguí con el segundo atrevimiento con La senda de los Pentáculos  y ahí ya pensé “no te pases”, y decidí dejarlo ahí, que yo me considero un profesor de matemáticas y ahí ha terminado mi atrevimiento literario (risas).

Ajedrecista, escritor, matemático, fotógrafo y también músico.

La música es una de las cosas más bonitas de la vida y también relacionada con las matemáticas, los pitagóricos descubrieron la escala musical relacionada con fracciones y en general las matemáticas. Para mí ha sido fundamental, uno de mis grandes hobbies y sigo con ella. Empecé con la guitarra a los diez años, yendo a las misas de gozo de La Loma, luego en la tuna del instituto. 

Es fan total y declarado de los Beatles, ¿eso le empujó a la música?

Sí, me influyó que soy fan acérrimo de los Beatles, me impactan. Pero es que la música es algo tan mágico que cuando la ejecutas, aunque no sea tu música preferida, la disfrutas. Quizás sea  una de las cosas que más pueda definir al ser humano, porque es algo que no lo tiene ningún otro animal.