Julio puede cerrarse como mes más caluroso de la historia en Almería

Probablemente el mejor termómetro es la percepción de la gente de las temperaturas que se están dando este año en toda la provincia. Todo el mundo está hablando en este es de julio que está a punto de finalizar del clima, de los cambios que se observan, del calor diurno y del sofoco nocturno.

Y los datos indican que esa percepción es real a la vista de los registros que se han producido a lo largo de un mes que aspira a convertirse en el más caluroso de los meses de julio de la historia almeriense, al menos desde que existen registros oficiales.

Según el balance realizado por Eduardo Romay, del colectivo almeriense de analistas climáticos Cazatormentas, es innegable que julio está siendo, en conjunto, muy cálido. De hecho va a acabar con una temperatura media cercana a los 29 grados, lo que ya lo sitúa entre los tres más calurosos de la historia.

A apenas un día de concluir, este mes compite con los meses de julio de los años 2015 y 2022, cundo se obtuvieron unas medias de 28,7 y 28,5 grados centígrados de temperaturas medias. Ya supera a otros meses de julio muy calurosos, pero que no llegan a los registros de este año, como fueron los de los años 1989 (27,8), 1990 (27,7), 1994 (27,5), 2010 (27,6), 2016 (27,9) y 2022 (28,2 grados).

Las mínimas

Pero con ser notable la temperatura media, las mínimas presentan anomalías más importantes que las máximas; es decir, que el calor ha sido más anómalo de noche que de día. La causa hay que buscarla, explica Romay, a la persistencia de una presencia de una vaguada atlántica al noroeste de Galicia y un gran anticiclón térmico situado en el Sáhara central.

Por el ‘pasillo’ creado por esas dos formaciones se ha colado un flujo constante del sur (sureste y suroeste) sobre la provincia que ha desplazado hacia nuestras latitudes grandes masas de aire norteafricano.

Sólo algunos días ha soplado levante, con humedad baja y temperaturas altas y por tanto ambiente de sequedad. Y en otros pocos casos vientos flojos de componente oeste (poniente) que arrastraron brisas del mar provocando humedad muy alta y temperaturas contenidas, pero con un ambiente bochornoso.

Noches tórridas

La presencia de masas de aire procedente de África, la fuerte insolación de los días más largo del año y la alta temperatura del agua del mar, explica en buena parte las mínimas extraordinariamente altas que se han vivido en Almería a lo largo de este mes de julio, con muchas noches tórridas donde las mínimas no bajaron de los 25 grados.

Esa persistencia de noches de mucho calor ha permitido que este último mes se cierre con muchas noches ecuatoriales, seguramente 13 o 14 noches con esos registros tan anormalmente cálidos en los que el mercurio no ha bajado de los 25 grados centígrados, superando el dato de julio de 2015, que tuvo doce mínimas de esta magnitud.

“Por comparar -indica Eduardo Romay- y para hacernos una idea del anómalo calor nocturno de julio de 2023, podemos indicar que julio del año pasado, que todos recordamos como de noches tremendas, apenas tuvo 6 mínimas tórridas”.