En Almería, la compra de casas ya no es cosa de jóvenes

El mercado inmobiliario actúa en Almería como el mejor termómetro para medir la tendencia a la emancipación entre los jóvenes de la provincia. A tenor de los datos aportados por la plataforma inmobiliaria Fotocasa en su Radiografía del mercado de la vivienda 2023 publicada esta semana, los menores almerienses de 35 años han reducido en nueve puntos porcentuales las transacciones en el mercado de vivienda. Si durante el año pasado el 55% de las compraventas estaba protagonizada por esta franja de población, a septiembre de 2023 se ha reducido al 45%, una de las bajadas más acentuadas de España. Si se une a que también ha descendido su presencia en operaciones de alquilar, se concluye que la espiral iniciada desde hace décadas de retraso de emancipación en los hogares de la provincia cada vez se agudiza más. 

Almería es, así, una de las provincias españolas donde cada vez se retrasa más la salida de los jóvenes  de los hogares de los padres.

Una de las razones que más están provocando la radicalización de esta tendencia es el alto precio de la vivienda de los últimos años. El Instituto Nacional de Estadística publicó esta semana el Indice de Precios de la Vivienda del segundo trimestre de 2023 en el que se refleja que el valor de las casas roza ya lo niveles de la burbuja inmobiliaria que empezó a pinchar en 2008. Después de una década de descensos más o menos acentuados, la vivienda ha ido subiendo escalonadamente, aumentando en veinte puntos en estos tres últimos años y medio.

De hecho, entre las provincias españolas donde más subió el precio de la vivienda el pasado mes de agosto se sitúa Almería, solo superada por Guipúzcoa. 

 En el informe de agosto elaborado por el portal inmobiliario Hogaria se destaca cómo el precio de la vivienda usada “sigue resistiendo” a pesar de que caen las compraventas y la concesión de hipotecas, lo que significa que la compra de vivienda continúa canalizando ahorros aunque ya hay “signos de agotamiento”, por lo que se espera que en los próximos meses los precios “se sigan conteniendo”, aunque no se esperan “grandes variaciones”.

A pesar de que los jóvenes son tradicionalmente el segmento más activo para comprar vivienda, la situación económica les está pasando  factura. Sus condiciones laborales de precariedad, temporalidad e inestabilidad no les permiten acceder a una vivienda, por lo que se ven obligados a compartir piso o a alargar la edad de emancipación. 

En cualquier caso, indica María Matos, de Fotocasa, “la situación de inflación y subida de tipos ha afectado a todos los tramos de edad a la hora de actuar en el mercado de la vivienda”.

Por otra parte, la Sociedad de Tasación apunta a que actualmente se edifica a un ritmo  seis veces menor que hace 15 años, pese a una demanda sostenida. 

Las casas de segunda mano tienen una evolución mucho más moderada en cuanto a precios. Los analistas insisten en que debe llegar en breve un ajuste de precios debido a las constantes subidas de tipos de interés que está encareciendo las hipotecas. Hasta ahora, esa moderación sigue sin concretarse, aunque las compraventas están cayendo.