El año del Mixto, el CUA y el Europa

El curso 72-73 representó un importante paso adelante en la enseñanza en Almería

Grupo de alumnos y profesores del Instituto Mixto de Los Molinos. Estaban en una de las clásicas excursiones que se hacían al poblado de los Milla
Grupo de alumnos y profesores del Instituto Mixto de Los Molinos. Estaban en una de las clásicas excursiones que se hacían al poblado de los Milla La Voz
Eduardo de Vicente
18:50 • 12 sept. 2023 / actualizado a las 20:56 • 12 sept. 2023

A comienzos de los años 70 teníamos un instituto masculino que había empezado a funcionar entre el Tagarete y Ciudad Jardín allá por 1966 y un instituto femenino junto a la Rambla, en la calle Javier Sanz. Habíamos comenzado la década arrastrando esa complejo de posguerra que separaba a los dos sexos como si fueran incompatibles cuando las nuevas pedagogías recomendaban lo contrario.



Este cambio de época imparable, estos nuevos vientos que anunciaban la llegada de la Transición unos años antes de la muerte de Franco, nos trajeron un cambio radical en la enseñanza con la puesta en escena de los nuevos colegios nacionales y con la creación del llamado Instituto Mixto de Bachillerato Unificado y Polivalente, que empezó a construirse en la Carrera de Alhadra del barrio de Los Molinos.



El Mixto, como le llamábamos todos los jóvenes, empezó a caminar en el curso 1972-73, con una capacidad para mil seiscientos alumnos y unas instalaciones modernas sobre más de ocho mil metros cuadrados de terreno. El nuevo centro de Bachillerato llegó con la novedad de acoger en sus aulas por igual a niños y niñas, todos mezclados, como exigían las nuevas tendencias en educación. La separación de sexos quedaba por fin relegada a una época que ya era pasado.



El Mixto fue una pequeña revolución en aquella Almería de 1972. Los adolescentes, en la etapa más febril de este periodo, se mezclaban en las clases y en el patio de recreo con absoluta naturalidad de la misma forma que en el claustro de profesores compartían su tarea ellos y ellas.



Todos tuvimos algún amigo que estudió en el Mixto de Los Molinos y casi todos los jóvenes de aquel tiempo, sobre todo los estudiantes, pasamos alguna vez por aquellas fiestas que se organizaban los viernes en el patio del instituto para recaudar fondos con vistas a organizar el viaje de estudios. Recuerdo aquellas tardes de invierno cuando atravesábamos la ciudad de una esquina a otra, siempre andando, para formar parte de aquellos bailes con orquesta donde no faltaba la barra servida por los propios alumnos, donde se podía tomar cerveza con absoluta libertad, eso sí, sin abusar, ya que entonces los jóvenes no dependían tanto del alcohol para divertirse y tampoco tenían los recursos necesarios como para emprender la aventura de una borrachera. 



Aquel año de 1972 fue de intensa actividad educativa en Almería, ya que se empezó a levantarse el colegio del Polígono de Azcona y se pusieron los cimientos de los colegios del barrio de la Cruz de Caravaca. 



1972 fue el año del colegio Europa, otra gran revolución para la ciudad, y el de los primeros pasos del ansiado Colegio Universitario, al que desde el primer día los almerienses bautizamos con el apodo del CUA. El 23 de marzo de 1972, el Rector de la Universidad de Granada, Federico Mayor Zaragoza comunicaba la decisión de poner en marcha el proyecto educativo para que empezara a funcionar de inmediato el Colegio Universitario.



Durantes los meses siguientes, hubo que trabajar duro para adecentar unas instalaciones que habían sido las caballerizas del Cortijo del Gobernador y donde había estado instalado hasta entonces de forma provisional el primer proyecto de Instituto Mixto, que ese mismo año había pasado al centro que se acababa de construir en la barriada de Los Molinos.


La creación del Colegio Universitario revolucionó la sociedad almeriense de aquella época. La acogida  fue muy favorable y la respuesta de los estudiantes tan grande que desbordó las previsiones iniciales. La idea era comenzar el primer año con menos de doscientos alumnos, y al final se matricularon cuatrocientos nueve, en cuatro grupos de Letras y dos de Ciencias. Por fin, tenían la posibilidad de comenzar la carrera en su tierra y no tener que marcharse a Granada desde el primer año, como era lo habitual hasta ese momento, lo que suponía un esfuerzo económico importante y difícil de afrontar para muchas familias. 


Todos los pasos para la organización del centro se dieron con rapidez. En el mes de julio se convocó un concurso de profesores para cubrir veinticuatro plazas de adjuntos y ayudantes y el 13 de octubre de 1972 se realizó la apertura oficial del curso.


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