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La bendita libertad de las acampadas

Ir de acampada era un baño de libertad para los adolescentes, un aventura barata y pandillera


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El querido y recordado Pepe Alcocer

De niño aprendió el oficio de peluquero y acabó de inspector en el Consorcio de Residuos


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Las primeras obras tras la ‘liberación’

Al acabar la guerra civil las autoridades le llamaron ‘liberación’ al nuevo orden


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Los ‘estadios’ que olían a mineral

El Campo de Naveros estaba junto al cargadero de San Miguel


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Si Aristóteles levantara la cabeza y viera cómo está su calle en Almería

Solo queda un vecino y maleza en el histórico callejón bajo la Alcazaba


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Las canteras de la Rambla de Belén

Las piedras para las escolleras del puerto las traían de los cerros de La Molineta


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Los Festivales de España y Paco de Lucía

En 1968 el guitarrista de Algeciras deslumbró a los almerienses en la Plaza Vieja


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Almería y el año de la ley del divorcio

1981 fue el año de los primeros divorcios oficiales en una ciudad en plena Transición



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Los edificios públicos que ya no existen

En una casa de la Almedina estuvieron los servicios municipales del Ayuntamiento


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Los pisos que se comieron la vega

Hasta los años cincuenta la calle del Estadio estuvo rodeada de vega y establos


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Los ojos que miraban en la oscuridad

Eran los operadores, los que habitaban en el interior de las cabinas proyectando la película


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Corazón de Jesús: pasión y olvido

El monumento que corona la ciudad ha sido venerado, atacado y olvidado desde su inauguración


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Almería ya se volcó con Valencia

En octubre de 1957 los almerienses donaron dinero, ropa y medicinas a los damnificados


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El deporte en los tiempos del hambre

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La noche de quemar las mariposas


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La figura del ‘vinagre’ de bodega

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Los talleres de Oliveros en la guerra

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Almería era diferente de verdad

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