El apoyo a Marruecos colma de donaciones y rezos las mezquitas de Almería

Este viernes no ha sido un día más para los musulmanes que han acudido a su cita con el rezo en las distintas mezquitas de Almería. Este mediodía, la oración fue más colectiva que nunca, para mandar apoyo y fuerza a todos los afectados por el violento terremoto de 7 grados que el pasado fin de semana sacudió Marruecos, dejando miles de muertos y heridos en zonas cercanas a Marrakech, castigando sobre todo a las poblaciones de Tafeghaghte, Moulay Brahim, Tahnaout, Tamarirt, Assakoui y Ighil, Asni e Imzilene, localidades a las que irá destinado el dinero y cientos de bolsas de mantas y comida que se están recaudando en estos lugares de culto que se han convertido en auténticos templos de solidaridad.

"Han sido dos tragedias, la más grande es la de Marrakech, pero también Libia. Son un montón de víctimas y estamos muy tristes. Desde las mezquitas de la provincia de Almería estamos haciendo recogidas de dinero, a través de cuentas bancarias, y también de mantas, pañales, ropa y de cualquier cosa que la gente pueda ofrecer y buscar la manera correcta para hacerla llegar a los necesitados", informa Abdallah Mhanna, presidente del Centro de Imanes de Almería, que este viernes se unió a las oraciones en la mezquita de Almuhseneen, en el centro de la capital, por las víctimas de la catástrofe. 

Poco antes de las 13:30 esta mezquita abría sus puertas para dar la bienvenida a decenas de musulmanes que se despojaban de su calzado en la entrada, como debe hacerse para acceder a estos lugares de culto, pero no de su amor. Tampoco de su sentimiento de fraternidad, de su solidaridad con los habitantes de Marruecos, que necesitan todo el apoyo posible para recuperarse de este duro golpe que la naturaleza les dio hace menos de una semana. Son días de mucha tristeza y preocupación, pero también en los que se está demostrando que la hermandad verdadera es tender la mano en estos momentos tan complicados para cientos de familias.   

Una sociedad unida para ayudar

Desde Almería, la comunidad musulmana se volcó desde el primer minuto e inició esta campaña solidaria que no cesa gracias al buen corazón de sus integrantes y también de otros sectores de la sociedad almeriense. "Estoy muy orgulloso de la comunidad musulmana y de los ciudadanos de Almería. He visto en nuestra cuenta y casi un cuarto son donaciones de españoles, amigos de la Universidad de Almería y de distintas asociaciones", destaca Mhanna, agradeciendo estas aportaciones que son vitales para los damnificados de Marruecos, país de origen de alrededor de 100.000 residentes en la provincia.

Más de 150 personas se unieron a las oraciones en la mezquita de calle Violeta, donde además de la marroquí hubo representadas otras nacionalidades: Argelia, Mauritania, Senegal. Pakistán o Palestina. "Todos estamos unidos para hacer todo lo que podamos", asegura el presidente del Centro de Imanes, que relataba el sentir de una comunidad musulmana afligida desde el terrible terremoto: "Hay muchos familiares, muchos compañeros que conocemos que se han caído sus casas".

Las muestras de solidaridad, que han llegado también de colegios como el de El Puche, están llenando otras mezquitas como las de La Alcazaba, El Quemadero, La Cañada, El Alquián, Níjar, El Ejido o Vícar, donde se acumulan las bolsas con mantas, prendas textiles, pañales y productos de primera necesidad que pretenden enviar lo antes posible a las zonas más afectadas, donde se contabilizan ya cerca de 3.000 fallecidos y más de 5.600 heridos, según los últimos datos facilitados por Marruecos. "Estamos pendientes de lo que nos diga el consulado marroquí para ver qué pasos seguir para poder mandar toda esta ayuda", detalla.

Sentimientos a flor de piel en la mezquita

El Centro Cultural Islámico Almuhseneen fue este viernes un claro ejemplo de implicación, de bondad y respeto hacia las víctimas marroquís y también con el corazón puesto en los afectados por las inundaciones de Libia. El imán Azzeddine Boulmakoul dirigió una oración colectiva cargada de emoción, delatando su propio rostro el dolor que toda la comunidad musulmana siente en estos momentos por lo ocurrido. Mohamed, un musulmán natural de la ciudad marroquí de Nador, que lleva dos décadas viviendo en Almería, explicaba a LA VOZ el "miedo" que pasó cuando se enteró del terremoto. "En Marruecos viven mi mujer y mi hijo, no en la zona de la tragedia, pero lo primero que hice fue llamarles para ver si estaban bien", afirma.

Las oraciones del mediodía llegaron a su fin. Silencio, abrazos y mucha solidaridad. "Estoy orgulloso de la comunidad musulmana, de nuestra sociedad española y de los bomberos y sanitarios que han trabajado en la zona de una zona muy activa. pido que sigan participando", finaliza Abdallah Mhanna.