El caos de cada curso frente a las puertas de los colegios de la capital

Aparcar en la misma puerta, incluso aunque haya que saltarse algunas normas de seguridad vial, forma parte de la idiosincrasia de la sociedad almeriense. Ocurre cuando un ciudadano queda para tomar unas tapas con amigos, para ir a una tienda, al partido de fútbol de los domingos, a la cabalgata de Reyes o a una procesión en el centro de Almería. Pocos valoran el uso de transporte público o caminar un cuarto de hora en una ciudad que invita a ello y a la que evitarían un colapso constante de sus calles en los citados casos. Esta situación se da también cada vez que empieza el curso escolar, frente a las puertas de los centros educativos, siendo ya normal ver vehículos en doble fila, sobre aceras, carril bici o pasos de peatones. 

Cuando llega la hora de dejar o recoger a los niños del colegio, numerosos coches se saltan varias normas de tráfico para quedarse aparcados lo más cerca posible de la entrada. Casi parece una competición, con padres y madres que suelen ir con la hora justa, normalmente por sus responsabilidades laborales, y recurren a este tipo de comportamientos que suponen un perjuicio para la circulación de vehículos, bicicletas y peatones en la zona e incluso un claro peligro para la seguridad de pequeños y mayores que deben pasar para entrar o salir del colegio entre coches mal estacionados, con el motor encendido, que pueden maniobrar en cualquier momento.

La Salle, Stella Maris, Mar Mediterráneo o Padre Méndez son solamente unos pocos de una larga lista. En el entorno de algunos centros este panorama diario es mucho más acuciante que en otros, sobre todo en los que están ubicados en vías estrechas, sin grandes zonas de aparcamiento en sus alrededores o los que están en tramos en las que hay varios colegios juntos, donde a primera hora de la mañana y cada tarde se repiten escenas que llevan años generando polémica, siendo un mal ejemplo para los escolares, y que no parecen solucionarse.

Punto crítico en Ciudad Jardín

Ya en el año 2012 el Gabinete de Educación Vial de la Policía Local de Almería tuvo que enviar a los centros educativos de la capital una carta firmada por María Muñiz, concejal en aquellos tiempos, en la que se solicitaba la colaboración de los padres para que desapareciesen estos comportamientos que entorpecen un tránsito fluido y seguro de vehículos y peatones. De hecho, algunos padres y madres han llegado a ser sancionados en la última década por agentes municipales, que aumentaron su presencia en puntos críticos como la calle José Morales Abad.

A espaldas de la Cámara de Comercio y Asepeyo, que ya de por sí generan movimiento de coches y personas en las calles aledañas pese a tener la entrada en Avenida Cabo de Gata, transcurre una vía de solamente un carril que comparten los CEIP Mar Mediterráneo y Rafael Alberti, Down Almería y su centro de educación infantil. A hora punta, a la que entran y salen los escolares, esta calle tiene mucho trasiego y es habitual ver atascos, vehículos sobre el carril bici -varias decenas este lunes-, las aceras o pasos de peatones.

¿Alternativas?

Que cada centro educativo de la capital almeriense tenga justo al lado un amplio solar en el que puedan aparcar cien coches, es algo imposible, pero sin duda sería la mejor solución para una problemática que ya se ha naturalizado en la ciudad. Las alternativas más factibles, que ya se llevan aconsejando desde hace más de una década por parte del propio Ayuntamiento de Almería, son las de tratar de ir con más tiempo a los colegios, tanto para dejar como para recoger a los críos y tratar de buscar aparcamiento en calles cercanas o lugares en los que no perjudique la circulación.

Una opción que acabaría con esta problemática y que además pone en valor la sostenibilidad, es el uso de transporte público de las familias que vivan relativamente lejos del centro educativo en cuestión, ya que los colegios siempre suelen tener una parada muy cerca. Para las que residan cerca, si las condiciones climatológicas no son adversas, acudir al centro educativo caminando desde casa. En este caso la organización horaria por parte de padres y madres es clave, ya que muchos deben acudir al trabajo nada más dejar a sus pequeños a primera hora de la mañana.

Una popular academia de inglés

No solamente a las puertas de los centros educativos de Infantil, Primaria o Secundaria de horario matinal suelen generarse los colapsos de tráfico. De sobra es conocida una estampa que desde hace años puede verse frente a la puerta principal de una popular academia de inglés ubicada en Avenida Cabo de Gata. Los coches paran en la misma entrada, cortando un carril por el que suele circular el autobús y otros muchos vehículos. El estacionamiento no suele durar nada más que unos pocos segundos, pero el problema surge cuando son varios los que lo hacen a la vez.