Isabel Pantoja impulsa los bares del barrio de la plaza de toros

El primer concierto de ‘Siente la Plaza’ deja buenas cifras en los establecimientos de la zona

Bernardo Claros
Víctor Navarro
09:01 • 15 jun. 2024

En la noche del pasado sábado, las apacibles calles de la plaza de Toros de Almería se transformaron en un hervidero de actividad comercial. La razón: el concierto de Isabel Pantoja. Un espectáculo que reunió en Almería a miles de fanáticos de la cantante provenientes de diferentes localidades almerienses, así como de otros puntos de Andalucía y España.



Este evento, perteneciente al programa de conciertos de la promotora, ‘Siente la plaza’, no sólo fue un ‘show’ multitudinario que procuró entretenimiento a los amantes de la artista sevillana, sino que también dejó huella en la economía local. Desde bares, cafeterías, servicios de taxi e incluso algún hotel que otro el concierto ha dejado tras de sí un beneficio económico, así como propiciado un impulso de prosperidad extra en el barrio que ha albergado el evento.



Un concierto multitudinario tiene el potencial de transformar la economía de un barrio de manera significativa. Este tipo de eventos no solo atraen a un gran número de personas, sino que también generan una serie de beneficios económicos tanto directos como indirectos. En el caso del concierto de Isabel Pantoja, el flujo de personas que transitaron por las calles Granada y Murcia, La Rambla, o avenida Vilches aumentó drásticamente. Este incremento se traduce en un mayor número de clientes potenciales para los comercios. A lo que respecta a los establecimientos situados en el coso de la avenida Vilches la realización de eventos en el plaza de toros supone una inyección de ventas significativas.



Antes, durante y después



La heladería - cafetería Jijona, vio como horas previas al concierto, todas las mesas de su terraza estaban copadas de personas que mientras esperaban a que se abrieran las puertas del coso, pedían café y otros refrescos. Para sus propietarios, el hecho de mantener activa un monumento, considerado como Bien de Interés Cultural, como la plaza de toros, significa un incremento en las ventas.



Para ellos, un concierto u otra actividad escénica dentro del ruedo, no sólo se traduce en servicios para los espectadores, sino también para todos los trabajadores destacados para montar el escenario los días previos. Y aunque aún no se ha valorado un porcentaje exacto  del impacto de económico, sus responsables admiten que el volumen de trabajo “fue muy elevado”.



Un poco más adelante, justo al cruzar la calle, el kiosko de la plaza de toros también vio como la venta de cafés, refrescos y ‘palomicas’ se disparó. “¡Me ha sentado de Cojones!” ríe Paco, quien regenta el kiosko, y encargado de tener el establecimiento en funcionamiento hasta pasado el concierto.



De acuerdo con empresas vinculadas a la industria del espectáculo, desde el momento en el que pasó la pandemia de la COVID-19 el negocio de los grandes conciertos y espectáculos ha experimentado un ascenso vertiginoso. 


El flujo económico derivado del concierto fluyeron por la calle Granada hacia el centro de Almería. De acuerdo con Pedro Sánchez, presidente de los hosteleros de Almería, el incremento de ventas en bares y restaurantes de la ciudad el día del concierto llegaron a notarse en los establecimientos del centro, “aunque en menor medida” que en negocios cercanos a la plaza.


‘El Refugio’, ‘El Bonillo’ o ‘La Gloria-l’Arrivé’ fueron otros de los establecimientos que se vieron beneficiados del concierto de la Pantoja. “La gente guarda cola para sentarse en las mesas e irse cenados al concierto” explican desde La Gloria, y es que el horario en el que estuvo programado el concierto (22:00h) fue de ayuda para estimular el flujo de personas hacia los bares. No obstante, el hecho de ser un concierto con asientos no numerados generó prisas entre clientes que esperaban ser atendidos, pero aún así, algunos, apuraron hasta el pistoletazo de salida de la artista.


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