Desde que abriera sus puertas, han dado sombra y cobijo a incontables autobuses y a sus conductores los duros días de verano. Bajo su amparo se han intentado proteger de la lluvia que escasas veces jarrea a arreones en la ciudad aquellos que tienen en el transporte público colectivo de viajeros su principal medio de locomoción, y ahora, tras un cuarto de siglo cumpliendo servicio, las marquesinas de la estación intermodal han sucumbido ante las palas que llegan para limpiar el terreno que ocupará la nueva estación de autobuses tras el soterramiento y la llegada del AVE.
Así, cumpliendo los plazos que daba el lunes el delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ayer a primera hora de la mañana las máquinas comenzaban con las demoliciones que se van a ejecutar en la intermodal y lo hacían con la eliminación de las marquesinas. Eso sí, algunas quedan en pie, justo aquellas en las que se ha podido comprobar la presencia de nidos de vencejos pálidos y que, finalmente, no se tirarán hasta que haya acabado el tiempo de anidación.
Los trabajos de demolición se realizarán a lo largo de julio con la intención de poder iniciar en el mes de agosto las labores para la realización del aparcamiento subterráneo.
Y es que la idea es que un primer equipo comience a poner las primeras pantallas guía que van a servir después para hacer todo lo que es el sistema de pantallas y el vaciado correspondiente para hacer la primera infraestructura en este espacio, el parking de en torno a 400 vehículos.
Este aparcamiento subterráneo se localizará justo debajo de la nueva estación de autobuses y, según Fernández, supondrá que “en el mes de agosto comience a trabajar un primer equipo que colocará las pantallas y en el mes de septiembre se incorpore un segundo equipo para avanzar a buen ritmo en la ejecución de la nueva actuación que se ha de llevar a cabo”, explicaba el mismo delegado de Gobierno en Andalucía en su visita.
Los trabajos para levantar esta nueva estación intermodal que dé servicio a la ciudad supone que “de forma paralela” a la construcción del parking se inicie “todo el sistema de pilotaje que tiene que ver con la ampliación que se va a producir en la nueva estación con respecto al equipamiento existente”. Y es que cabe recordar que finalmente esta nueva estación contará con 4.800 metros cuadrados divididos en dos plantas, “el sótano y la planta primera que es la misma altura que tiene en estos momentos”.
Además del parking la obra realizará accesos para el tráfico rodado (desde la autovía del Aeropuerto y en la avenida Sierra de Alhamilla) y peatonal. La estación promoverá los traslados de ‘última milla’, con espacio para taxis y otros transportes urbanos y una zona de ‘kiss&train’ (parada puntual de vehículos).
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