La colección que narra la historia de la Feria está en la pared de un italiano

“Cada abanico es un pedazo de historia y un símbolo de ‘almeriensidad’”

Antonio Santacroce muestra los abanicos de las ferias de 1989 y 2024.
Antonio Santacroce muestra los abanicos de las ferias de 1989 y 2024. Víctor Navarro
Víctor Navarro
20:22 • 17 ago. 2024 / actualizado a las 20:23 • 17 ago. 2024

Las paredes del salón de Antonio Santacroce son un colorido museo de la historia de la Feria de Almería, narrada a través de un objeto inherente a esta celebración: los abanicos. Lo que comenzó con una visita rutinaria al Área de Urbanismo, se convirtió en una obsesión por preservar este legado cultural almeriense.



¿Cómo empieza esta colección? 



Cuando llegué a Almería en 2015 veía gente que portaba este objeto, pero no le daba mucha importancia. En 2023, me topé con la cola para recoger los abanicos y me acerqué movido por la curiosidad. Me hice con un par de ellos para mi familia, y otro amigo me dio otros dos. Me dije a mi mismo, ¿Por qué no hacer una colección? No sabía ni cuantos eran. Al tiempo estaba contactando con una mujer que vendió los suyos.



¿Por qué un italiano haría una colección de abanicos de feria?



Es un sentimiento de pertenencia a un sitio donde vivo. Que es mi segunda casa. El abanico es un símbolo de ‘Almeriensidad’. Yo soy un amante de la historia, y cada una de estas piezas es un testimonio de la historiografía de esta ciudad en los últimos 35 años.



¿Es una inversión? ¿Vendería la colección?



A día de hoy no pienso en eso. Una colección si la haces, le das un valor afectivo. Se venden las cosas por necesidad.



¿Están colocados por orden cronológico?

Si. ¿Ves ese hueco de ahí? Ese sería el lugar del primer abanico. Así sigue la secuencia rodeando la sala de estar de casa. Cuando acabe la Feria, solicitaré los 3 marcos que faltan para colgarlos en la pared.


¿Cuál es su favorito? 

Son pequeñas obras de arte, que además cumplen una función útil, que eso es muy importante. Pero mi favorito es el de 2019. El del 2023 me gusta mucho también, pero el diseño pop del 19 es mi preferido.


Veo que tiene una abanico que es ajeno a la colección de Feria.

Si. El de ‘Almería 2005’. Es quizás el acontecimiento más importante ocurrido en la ciudad en el último cuarto de siglo. Y tuvo lugar en verano, como la feria.


¿Ha visto alguien su pequeño museo?

Si. Todos los italianos que vienen aquí, se emocionan más que los almerienses. De hecho, me escriben cada vez más para buscar abanicos y mandarlos a Sulmona para mi familia y amigos. Pero realmente da igual la nacionalidad. Sólo las personas con un estímulo de sensibilidad aprecian este tipo de pequeñas colecciones.


¿Se detiene en los abanicos su particular muestra? 

No. He intentado complementarla con programas de feria. Y tengo dos carteles taurinos de los años 1959 y 1965.


¿Ha sido difícil acabar la colección? 

Los abanicos se convirtieron en un negocio cuando empezaron a venderse en digitales como ‘Wallapop’. La gente no vende ejemplares sueltos. Y en las últimas semanas, cuando localicé a la persona que tenía los años que a mi me faltaban (89, 93 y 95) tuve que decidir si adquirir su colección, aunque yo repitiese piezas.


¿Cuál ha sido el más caro? 

Entiende que todo aquí requiere un gasto. Las vitrinas por ejemplo son de cristal antirreflejo como las de los museos. Pero si me preguntas por un abanico, llegué a pagar 100 euros.


¿Por cuál?

Por el de la feria 2020. ‘La Feria de la Pandemia’. Creo que no se hicieron muchos ejemplares aquel año al estar cancelado los festejos. Podría considerarse una rareza.


¿Cuántas ferias ha vivido usted en Almería?

La primera feria que viví fue en 2015. Luego he vivido todas a partir de 2017 en adelante. Me fascina que el recinto ferial esté funcionando toda la semana. Esto en Italia no sucede. Según mi opinión, a partir de la Pandemia he visto mucha menos alegría en la feria. Cuanto más limitaciones pones para organizar estos eventos, eliminas creatividad. No se puede dejar morir la feria.


¿Se puede replicar la filosofía del abanico de feria en Italia?

Esto es un objeto de verano, útil y al mismo tiempo una obra de arte. Es muy difícil replicar algo como esto en mi país, que además llame a la ‘italianidad’. Si me pongo a barajar sobre las todas las cualidades que ofrece el  abanico, no encuentro equivalente en mi país. Porque incluso, las latas de dulces ‘Pellino’ de mi ciudad, que son objetos de colección, no sería útiles porque no te las llevas a la feria.


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