Dos empresas rivalizan por explotar el chalet de La Marina

El pasado 27 de agosto se reunía por primera vez la mesa de contratación que será la encargada de decidir quien se queda con la explotación del chalet de La Marina para convertirlo en un espacio de ocio náutico y hostelero. Una concesión administrativa a la que se han presentado dos ofertas sin que, de momento, haya trascendido el nombre de las empresas que se encuentran detrás de cada una de las propuestas.

En estos momentos, ambas iniciativas empresariales se encuentran en pleno proceso de valoración por parte de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo. Estos están analizando la propuesta y, a menos que salte la sorpresa y ninguna de las dos cumpla con las expectativas y obligaciones trazadas en los pliegos de condiciones, una de ellas será la encargada de reconvertir este edificio catalogado con el nivel 3 de protección.

Condiciones
Cabe recordar que las condiciones con las que salió esta concesión demanial pasaban por un canon mínimo anual de 29.656,94 euros, exento IVA, lo que se corresponde con el 5% del valor del inmueble tasado en 494.282,30 euros. Siendo el plazo de esta concesión de 30 años una vez que se firme el contrato.

La parcela, de titularidad municipal desde que se expropiara dentro de las adquisiciones necesarias para ampliación del paseo marítimo, cuenta con una superficie de 1.459 metros cuadrados, clasificados 457 de ellos como viario y 1.002 metros cuadrados de Sistemas Generales de Espacios Libres. El edificio de La Marina, por su parte,  cuenta con una superficie construida de 296,00 metros cuadrados.

Hay que tener en cuenta que para el desarrollo de estas actividades es necesaria la rehabilitación y puesta a punto del edificio. Esta actuación corre a cargo del adjudicatario y siempre tendrá que cumplir con las condiciones que marca su protección, nivel 3.

En cuanto a la parcela, lo cierto es que el proyecto que consiga la concesión demanial debe recoger la urbanización que se ha previsto para la zona. Y es que la parcela en sí se encuentra afectada por la zona de servidumbre de protección del dominio público marítimo-terrestre.

El adjudicatario contará con plazos ya marcados para que se convierta La Marina sea ese centro náutico y de restauración esperado. Y es que, dentro del pliego de condiciones administrativas se obliga a que, una vez adjudicado, cuentan con un plazo máximo de tres meses para la solicitud de las licencias de obra.

Unos trabajos que deben estar culminados en el plazo de un año, a tener en cuenta desde la firma del acta de replanteo, según recoge la misma documentación.