Ya hay proyecto para la nueva planta de biorresiduos: cuesta 970.000 €

El área de Sostenibilidad Ambiental ya tiene en su poder el proyecto que le va a permitir construir la que será la primera planta de biorresiduos con la que contará la provincia de Almería sustituyendo a aquella planta de compostaje que salió ardiendo en agosto de 2022. Desde entonces hasta ahora el tratamiento y separación de residuos se realiza aunque de forma manual para aquellos productos que no llegan de los contenedores de selectiva.

La intención con la que cuenta el concejal de Sostenibilidad Ambiental, Antonio Urdiales, es que “esta semana o la próxima pueda pasar por Junta de Gobierno el proyecto” con la intención de que “antes de final de año se licite la construcción” de esta nueva instalación.

La previsión con la que cuenta el equipo de Gobierno municipal es que la obra cueste alrededor de 970.000 euros de los que 567.592,68 euros llegan desde fondos europeos, exactamente de la línea dos de los Next Generation.

Según Urdiales se trata de “una actuación no muy larga”, de hecho cree que “en el primer semestre de 2025 podría estar lista”. Y es que, se ha optado por un diseño “modular” para la creación de este espacio, algo que incluso “permite el poder trasladar de sitio la planta”.

Reciclaje
Tiene claro el edil que esto mejorará mucho el reciclaje en la ciudad aunque afirma con rotundidad que “en Almería se recicla y se recicla bien, a pesar de las dudas que muestran algunos”. Hay que tener en cuenta que tras el incendio y con esa planta provisional que se puso en marcha -y que aún funciona- en Cuevas de los Medina, la separación es más manual pero “esto no implica que no se recicle”, de hecho cree que “los datos con los que contamos son muy buenos” aunque de momento no los da.

Esta nueva planta de biorresiduos es un punto fundamental en el camino que tiene que seguir la ciudad de Almería para utilizar cada vez menos los vertederos y reciclar más. 

Así, lo que más preocupa ahora mismo a Urdiales son los residuos que llegan al contenedor gris, un lugar en el que se mezclan todo tipo de materiales y que impide un reciclaje total.

Con la llegada de los contenedores marrones en las próximas semanas a la ciudad espera el concejal que, poco a poco, “se pueda reciclar, convertir en compost, el 50 por ciento de lo que tiramos al gris”. Es por ello que se han previsto esos talleres para las asociaciones de vecinos que reciben los contenedores y que, en el primer trimestre de 2025 llegarán a los centros educativos, todo para concienciar sobre la importancia de usar esos ‘marrones’, lo que se puede depositar en ellos y el uso que se le puede dar después en la agricultura a ese compost.

Esto supondrá tener que enterrar menos residuos en los vertederos y, por tanto, menos ‘multas’ o impuestos por ello. 

El siguiente paso de esos contenedores, que caminarán de la mano de la planta de biorresiduos, es el adquirir contenedores cerrados. Esto llegará cuando la ciudadanía ya tenga totalmente inculcado el hábito de este tipo de residuos solo de materia orgánica. Esto permitirá hacer un compost de mayor calidad, y por lo tanto, utilizable en mayor medida por una agricultura, la nuestra, que daría solución a lo que hoy sigue siendo un problema, el volumen de residuos que generamos.