La Junta mantiene su oposición al copago de los fármacos hospitalarios

Los casi 3.800 enfermos almerienses que retiran fármacos en el hospital para combatir su dolencia están pendientes estos días de cualquier noticia relacionada con el inicio del copago de la medicación. La consejera de Salud, María José Sánchez Rubio aseguraba ayer que la Junta llegará “hasta el final” en el recurso contencioso-administrativo frente a la propuesta del Ministerio de Sanidad.
La administración central anunciaba el pasado día 1 que las Comunidades Autónomas deben empezar a aplicar el copago a lo largo del mes de enero.

Pacientes intranquilos Informaciones contradictorias sobre el mismo asunto “intranquilizan” a los enfermos, señalaba ayer la presidenta de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Almería, Isabel Martínez, que reconocía “cierto recelo” y “temor” a pesar de las palabras de la consejera ayer, y del delegado territorial de Salud, la semana pasada.
Y es que, reconoce que muchos de los enfermos “dependen” de uno a tres fármacos de este tipo al mes lo que, sumado a que muchos de ellos cobran pensiones muy bajas por enfermedad o discapacidad, supone un pellizco más a su cartera.
Los enfermos oncológicos, por su parte, también han mostrado su preocupación por esta medida y desde la Asociación Española contra el Cáncer en Almería se solicita al Ministerio “respuestas sobre los objetivos y motivaciones del nuevo copago de fármacos de dispensación hospitalaria”.
Asimismo, la AECC, que en este tema actúa de forma conjunta en todo el Estado, vuelve a hacer hincapié en su demanda en que “los pacientes con enfermedades graves, como el cáncer, “deberían estar exentos” de aportación en los fármacos directamente relacionados con el tratamiento de la enfermedad oncológica.

157 fármacos En total son 157 presentaciones farmacológicas de algo más de 43 medicamentos destinados a procesos crónicos o graves (oncológicos, hepatitis, reproducción asistida, la artritis reumatoide o degeneración macular, entre otros) los que, hasta ahora, estaban exentos de pago.
Estos medicamentos, según Sanidad, “cumplen con las condiciones para ser considerados de aportación reducida, al tratarse de medicamentos de elección en el tratamiento de enfermedades graves o crónicas, y estando limitada su dispensación, en el ámbito del SNS, a los pacientes no hospitalizados en los servicios de farmacia de los hospitales”.
La aportación del usuario a dichos medicamentos, que estaban exentos del copago ya puesto en marcha en 2013, será de un 10 por ciento del precio de venta al público del medicamento, con un máximo que se fijará en 4,26 euros.
Algo con lo que no están de acuerdo asociaciones de enfermos, profesionales sanitarios y otras entidades que, desde el anuncio de Sanidad han mostrado su rechazo.