Alguien puso ayer de acuerdo a todos los presentes en el colegio La Chanca. Fue Sergio Santiago, por el que todos sonreían serenamente en su homenaje como si éste hubiera dado la consigna desde el cielo. Empezó por la mañana y se prolongó todo el día, por la tarde con un torneo de fútbol y ya por la noche con un gran festival carnavalero. Alguna persona, como Mari, llevaba además a Sergio en el pecho. Es su vecina de 19 años y pasó toda la mañana absorta, sentada en el mismo lugar sin darse cuenta de que el sol llevaba ya doshoras atacándole y fundiendo el rimel de sus grandes ojos.
El llanto atrancado en la garganta y el pie agitado por su corazón. Mari ha dejado impresos en su piel su dolor y sus sentimientos con una frase en tinta: “¿Un sueño? Poder retroceder el tiempo. Sergio. 16/8/14”. Es la fecha en la que el que fuera su novio murió ahogado en Los Escullos. En ese tatuaje su casi hermano tiene la figura de un angelito porque Sergio tenía angel. Su carisma y brillo en vida parecían seguir irradiando sobre sus amigos y familiares. No hubo llando y esto es solo posible si hay alguien controlando desde el cielo y éste es de los ángeles.
Su hermano Jose Así lo hacía Sergio en su casa, mandaba y protegía a los suyos. Lo hizo incluso minutos antes de su muerte, cuando los compañeros de pandilla se dieron cuenta del error de entrar en ese mar implacable por el levante. Sergio le pidió al socorrista que rescatara primero a su amiga. Era la primera vez que salían a la playa fuera de la capital. Ayer estaban en su homenaje sus tres hermanos y su padre en el homenaje. El mayor es Jose, camarero de 22 años que trabaja en Aguadulce y que salió al pequeño escenario sin papeles, no le hizo falta, su corazón le hizo hablar con talento e inteligencia: “El cariño que tenía mi hermano no lo había visto en nadie. ¿Cómo es posible que una persona con 21 años tenga los amigos que tenía mi hermano?”, se preguntaba ante los asistentes.
¿Inventó Sergio algún remedio contra la peor enfermedad? ¿Se hizo millonario? Nada de eso, quizás fue algo más importante, infundió alegría entre los que lo conocieron. Y así, su hermano Jose se contestaba sabiamente. “Mi hermano tenía 21 años de vida y 121 de alegría porque era alegría pura. El llegaba bailando y de la risa se te pasaba todo, cualquier problema. Tenemos todos que cumplirlo”. Y así hizo Jose en esta pasada feria, a la que acudió sin ganas a los pocos días de enterrar a su hermano, porque sintió que éste se lo pedía desde el cielo.
Juan, el hermano menor de 19 años no se mostraba ayer tan robusto de ánimo: “Ya no pienso ir más a la playa. Nunca más en la vida la voy a pisar”, afirmaba. Se emociona a ratos, especialmente cuando oye una de las canciones favoritas de Sergio, intepretada por el grupo Son de Aki. Uno de sus miembros es Mariano Ruiz, veterano carnavalero y amigo de Sergio.
Además de que le gustara el flamenco Sergio era alegría canavalera, le encantaba el Carnaval desde que su primo Falillo lo introdujo en este mundo tras ver a su hermano Jose en “Yunque y copla”. Comenzó en la comparsa de “El Dino” y se apuntaba a todo, preguntaba por todo. “Le volvía loco los Carnavales”, recuerda su hermano mayor, acudió incluso al Carnaval de Cádiz . El de hace dos años fue el de su última participación, con la chirigota “Solteras y enteras” y en el cuarteto “En la Vitrina”. Cantaba muy mal y por eso tocaba el bombo, pero sobre todo, derrochaba alegría y humor. Hizo de demonio “mariquita” y sus compañeros, claro está, lo recordaban ayer con sonrisas.
Tangos desde el cielo Luego está Antonio, el hermano pequeño, a quien con 14 años le duele entre lágrimas que alguien no entienda que ayer se cumplió lo que su hermano Sergio quiso, lo que él hizo en vida, irradiar alegría. En la familia Santiago todos los primogénitos son llamados José, como su primo hermano, el que en pocos días ha organizado este homenaje. Reunió a muchos, a la Mama Loli, La Traíña, Conchi, Falillo, Rubén, Sara, Mariano, los primos Angel y Miguel, Joselillo, Falillo, Luis Delgado,Nicolás Castillo y Domingo Mayor, por citar algunos. Acudió también el concejal de IU Rafael Esteban.
Mariángeles Hernández se pasó toda la noche sin apenas dormir. Era la novia de Sergio y bailó ayer con Cristo Heredia al cante, Edu García y “El Socio” . Sabían darse su espacio y tiempo y aquel sábado, Sergio se fue con su pandilla y sin su novia. Mariángeles está a punto de salir y las lágrimas afloran pero una vez sobre el escenario se cortan y baila mirando al cielo. “Le encantaba venir a verme, ...los tangos era lo que más le gustaba, los palos más festeros”, recuerda María bajo el brillo y alegría de Sergio.
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